(AZprensa) Una investigación llevada a cabo por el Grupo de Brásicas de la Misión Biológica de Galicia – CSIC, en colaboración con A
Rosaleira, ha puesto en
valor las propiedades nutricionales de grelos y berzas, cada uno de ellos con
sus peculiares características saludables. Los grelos cultivados en otoño tienen un mayor
contenido en los compuestos glucosinolatos (implicados en la prevención de
diferentes tipos de cáncer) y, además, se incrementa en los brotes. En el
caso de las berzas,
se ha comprobado que en el ciclo
primavera-verano, las hojas presentan un mayor aporte en
glucosinolatos y que aumentan considerablemente a medida que la planta se
desarrolla, por lo que es preferible realizar la cosecha en plantas adultas (aproximadamente
a los seis meses desde el trasplante).
Según esta investigación, los grelos tienen una mayor capacidad antioxidante que las
berzas cultivadas y cosechadas en el mismo período y que ambos cultivos
presentan un contenido en compuestos fenólicos totales muy similar. Los fenólicos son antioxidantes que contribuyen a
neutralizar los radicales libres, moléculas cuya acumulación excesiva en el
organismo está vinculada a la aparición de patologías cardiovasculares,
inflamatorias o neurodegenerativas.
Los resultados indican que el contenido de vitaminas y, en concreto, de la
vitamina C es mayor en berzas que
en grelos bajo cualquier tipo de procesado, en tanto que la concentración
de dos minerales fundamentales para el organismo
como el hierro y el calcio es
superior en los grelos.
También se concluye que las propiedades
antioxidantes se preservan en grelos y berzas tanto en el
proceso de enlatado, como envasado en cristal.
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