(AZprensa) La recién finalizada Eurocopa de Francia ha
tenido un claro vencedor, pero no ha sido Portugal (que derrotó 1-0 a Francia
en la final) sino la selección de Islandia. Acudía allí en plan humilde y sin
grandes pretensiones, consciente de sus limitaciones. ¿Qué se puede esperar de
la selección de fútbol de un país con sólo 330.000 habitantes y sólo 120
futbolistas profesionales? Sin embargo demostraron desde el principio que el
fútbol es un deporte de equipo, solidario, de trabajo y disciplina... pero también
mucho más sencillo de lo que muchos se empeñan en hacer. En la primera fase
nadie pudo ganarles, en octavos de final derrotaron a Inglaterra y en cuartos
de final cayeron con honor ante Francia a quien –no obstante- endosaron un
parcial de 2-1 en el segundo tiempo, inasequibles al desaliento.
De ellos se ha dicho que “reivindican el fútbol como una
fiesta” y nunca se han sentido inferiores a nadie. Pero lo más importante ha
sido la corriente de simpatía que han despertado entre todo el mundo, incluso
entre sus rivales. Así hemos podido ver cómo hasta los seguidores de los
equipos rivales les aplaudían y cómo el comportamiento de sus seguidores ha
sido ejemplar. Los miles de seguidores islandeses han animado a su equipo, han
cantado, hecho coreografías, han bebido, se han divertido... y no han provocado
ni un solo incidente. Y lo más sorprendente de todo: cuando esos miles de
seguidores abandonaban sus localidades al finalizar cada partido, allí no
quedaba ni un solo papel en el suelo.
Cualquier cosa que se diga de los islandeses asombra y es
digna de elogio, por eso no nos extendernos más y acabaremos con un último
detalle: el presidente electo de Islandia acudió a ver los dos últimos partidos
de su selección, pero ¿cómo lo hizo? Pues fue vestido con una camiseta de su
selección y mezclado como uno más de sus seguidores.
Estamos seguros que en esta próxima Liga el recuerdo de Islandia
va a estar muy presente, pues su curiosa forma de celebrar con el público su
esfuerzo, esa especie de haka llamada “Hú” con jugadores y aficionados batiendo
palmas va a sustituir a la clásica “ola” en nuestros estadios.
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