(AZprensa) Hoy en día, los padres se implican
más que nunca en los deberes escolares. Pero no siempre lo hacen de forma
adecuada. Un mal apoyo puede generar dependencia y transmitirle la idea de que
no es capaz de hacerlos por sí mismo.
Es fundamental estar cerca y disponible para
apoyar y guiar al niño cuando le haga falta. Asegúrese de que el niño sepa que
le va a ayudar si surge algún problema, aunque también es importante que
trabaje de forma independiente.
En este sentido, la Asociación Española de
Pediatría de Atención Primaria (AEPap) nos ofrece algunas estrategias para que
el camino resulte más fácil:
- Establece una rutina de trabajo y un
horario regular. Enséñale a distribuir el tiempo y a dividir los deberes en
pequeñas tareas más asequibles.
- Organiza estratégicamente las sesiones de
deberes. Algunos niños pueden preferir hacer primero los trabajos más
difíciles. En cambio, otros prefieren primero las tareas más fáciles. El
descanso es fundamental.
- Incúlcale habilidades organizativas. Puede
ser útil enseñarle técnicas de estudio. Al principio un niño no es organizado
de manera natural, no sabe cómo estudiar, así que ayúdele a
aprenderlo.
- Enséñale a aplicar las cosas del colegio al
mundo real. Aprovecha cualquier momento para reforzar lo aprendido. Le
resultará más atractivo.
- Anímale a pedir ayuda cuando le haga falta.
Elogia siempre su esfuerzo, mucho más que los resultados obtenidos.
Si el niño se queja constantemente de los
deberes o le cuesta mucho hacerlos puede indicar un problema. En algunos casos,
los niños sólo necesitan aprender y practicar unos buenos hábitos. Si tu hijo
lo pasa realmente mal al intentar entender o hacer los deberes, puede que haya
problemas de aprendizaje, trastorno por déficit de atención e hiperactividad
(TDAH) o dificultades visuales o auditivas que interfieran en su progreso.
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