(AZprensa) La nueva remesa de material científico que acaba
de ser enviada a la Estación Espacial Internacional va a permitir la
realización de numerosos estudios que sólo es posible realizar en condiciones
de gravedad cero y cuya utilidad para el progreso de la medicina puede resultar
fundamental. Destaca entre ellos, el instrumental necesario para llevar a cabo
la primera secuenciación del ADN en el espacio. El secuenciador de biomoléculas
pretende demostrar, por primera vez, que la secuencia de la DNA es factible en
microgravedad usando un dispositivo miniaturizado, operado por el equipo para
identificar microbios, diagnosticar enfermedades, controlar el estado del
equipo y posiblemente ayudar a detectar vida basado en el ADN de la tierra.
Mejorar la comprensión de los mecanismos que conllevan la
pérdida ósea es otro de los objetivos científicos que se va a llevar a cabo
para ayudar a la prevención y tratamiento de enfermedades como la osteopenia y
la osteoporosis. Millones de personas sufren de pérdida ósea como resultado de
enfermedad o al estar inmovilizados por cualquier causa.
Y ya en el campo de la cardiología se van a cultivar a bordo
células cardiacas para analizar los cambios celulares y moleculares que se
producen en las mismas, tratando de encontrar nuevas vías para el futuro
tratamiento de enfermedades cardiacas.
La investigación médica y científica en la Estación Espacial
Internacional cuenta ya con 15 años de experiencia y en ella han participado
más de 200 personas de 18 países, habiéndose realizado más de 1.900 trabajos en
colaboración con 95 países.
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