(AZprensa) Un nuevo
estudio sobre seguridad y efcacia de Prolia (denosumab) en comparación con
risedronato, trae un poco de esperanza a los pacientes tratados con
glucocorticoides, y es que la osteoporosis inducida por glucocorticoides
(OPIG), la forma más frecuente de osteoporosis secundaria, está causada por la
administración de fármacos glucocorticoides normalmente utilizados para tratar
enfermedades inflamatorias. De hecho, durante los tres primeros meses de
tratamiento con glucocorticoides, el riesgo del paciente de padecer una
fractura aumenta hasta un 75 por ciento, y la densidad mineral ósea (DMO)
continua reduciéndose significativamente durante los meses siguientes.
“El impacto del
tratamiento con glucocorticoides en la resistencia de los huesos se suele
subestimar, y con frecuencia, produce un aumento de la pérdida ósea que
finalmente, acaba en fractura”, explica el doctor Sean E. Harper,
vicepresidente ejecutivo de Investigación y Desarrollo del laboratorio Amgen,
añadiendo que “estos datos respaldan las posibilidades de uso de Prolia en pacientes con osteoporosis inducida
por glucocorticoides, la enfermedad inducida por medicamentos más frecuente”.
Prolia, que se
administra como una única inyección subcutánea de 60 mg cada seis meses. está
aprobado en la UE para el tratamiento de la osteoporosis en mujeres
postmenopáusicas y en hombres con riesgo elevado de fracturas. Además, está
aprobado para el tratamiento de la pérdida ósea asociada con supresión hormonal
en hombres con cáncer de próstata con riesgo elevado de fracturas.
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