(AZprensa) El informe “La Visión de la
Medicina Interna en la sanidad del s. XXI” elaborado por la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI)
define las claves del entorno en el que se van a desempeñar las Unidades de
Medicina Interna, entre otras:
- La Medicina Interna debe tener un papel central en el manejo integral
del paciente crónico complejo, el adulto con difícil diagnóstico sin enfermedad
órgano-específica y del paciente crítica y agudamente enfermo.
- El control sobre el gasto sanitario y la rendición de cuentas de los
recursos destinados a sanidad tenderán a aumentar. La profesión médica debe
asumir el compromiso de la eficiencia en la gestión de los recursos.
- La configuración autonómica del estado español puede tender a
aumentar las desigualdades en salud si no se desarrollan adecuados instrumentos
de cohesión. Las entidades científico-médicas y los profesionales deben asumir
su responsabilidad en el desarrollo de estos instrumentos, basándolos en
evidencia científica, efectividad y calidad asistencial.
- Es necesario el desarrollo de un nuevo liderazgo médico, dentro de
equipos multidisciplinares que presten una asistencia centrada en el paciente.
- Las expectativas de los ciudadanos tenderán a ser más exigentes en
relación con la capacidad de elección y la transparencia de la información, la
decisión, la inmediatez de respuesta y de mayor confortabilidad, y pasarán de
ser “consumidores” de asistencia sanitaria a “productores” (o gestores) de su
salud.
- Las proyecciones demográficas y las tendencias en salud en España
muestran un escenario marcado por un notable aumento de la cronicidad,
discapacidad, dependencia y fragilidad, para el que no está preparado el SNS,
que no será sostenible si no se produce un cambio radical de modelo sanitario.
- El hospital deberá experimentar un profundo cambio para insertarse
dentro de una red integral de servicios sanitarios y sociosanitarios.
- Se producirán importantes cambios tecnológicos, cuya incorporación en
el SNS dependerá de la flexibilidad, el desarrollo de equipos
multidisciplinares, el rediseño de las competencias profesionales, la
formulación y diseño de carreras profesionales y el desarrollo de perfiles de
puestos de trabajo que reflejen e incorporen los cambios tecnológicos.
- Las tecnologías de la
información (TIC) tenderán a modificar el funcionamiento del sistema sanitario
y las relaciones entre los pacientes y los profesionales. La curva de
incorporación al SNS dependerá de la capacidad de cambio estructural del
sistema.
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