(AZprensa) Hoy se celebra el Día
Nacional del Cáncer de Tiroides, con objeto de educar y concienciar a la
población sobre este tipo de cáncer que no se puede prevenir y afecta al uno
por ciento de la población adulta, sobre todo mujeres.
Los tumores de la glándula tiroides
afectan en edades medias y suelen presentarse como un hallazgo casual, en el
transcurso de una exploración rutinaria, o en forma de nódulo tiroideo
solitario, palpable e indoloro. Gracias a la
mayor precisión que aporta la ecografía en Alta Definición “hemos conseguido
mejorar la identificación de esos nódulos y por tanto el diagnóstico”, asegura
el doctor Mario Fernández, secretario general de la Sociedad Española de
Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), añadiendo que
“los pacientes tienen un mejor acceso a este tipo de pruebas, que se han
convertido en rutinarias, al haber un mayor número de equipos disponibles para
realizarlas en los hospitales”.
Entre el 4 y el 7% de la población
posee nódulos tiroideos palpables, pero sólo un 5% de ellos son tumores
malignos, según datos de la SEORL. “Los datos que aumentan la probabilidad de
que sean malignos serán un historial de radioterapia o radiación en cabeza y cuello
durante la infancia o a lo largo de la vida, historia familiar, edades
inferiores a 20 o mayores de 70, sexo masculino, presencia de nódulo único y/o
crecimiento rápido del mismo, consistencia dura, presencia de adenopatías
cervicales, así como disfonía, disnea o disfagia u otros signos o síntomas
asociados”, indica el doctor Fernández.
Hay diversos tipos de cáncer de
tiroides. El más frecuente es el carcinoma papilar que supone entre el 85-90%
de los tumores de este tipo, según datos reflejados en el libro. El segundo más
frecuente es el carcinoma folicular. “El carcinoma papilar puede aparecer en
cualquier lado de la glándula tiroides y tiene un tamaño medio de 2-3
centímetros”, destaca el doctor Fernández. Este especialista explica que,
“aunque su incidencia ha aumentado en los últimos años, la mortalidad no ha
variado, y su pronóstico vital es excelente con un abordaje adecuado”.
En caso de que los nódulos
examinados sean de origen maligno, “lo normal será realizar una tiroidectomía
total en la cual se extirpa la glándula tiroides completa y después se aplicará
un tratamiento con yodo radiado, lo que nos asegura una mayor eficacia y
menores tasas de recidivas y un seguimiento posterior más estricto, a
diferencia de la tiroidectomía parcial”, subraya el doctor Fernández. En los
casos de extirpación completa se deberá tomar la hormona vía oral diariamente y
de por vida.
La Cirugía Mínimamente Invasiva de la glándula tiroides se
realiza mediante una incisión en la base del cuello de entre 1,5 y 2 cm por la
cual se realiza la tiroidectomía. La falta de visión a través de una incisión
tan pequeña es suplida con el endoscopio que es la herramienta de imagen. Los
resultados permiten “un mejor resultado estético y local y disminución del
dolor postoperatorio y de la estancia hospitalaria”, comenta el doctor
Fernández. Además, la realización de esta técnica presupone “unos conocimientos
y experiencia profundos sobre la anatomía quirúrgica del cuello y la cirugía de
la glándula tiroides”, concluye.
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