(AZprensa) Para el doctor Emilio Casariego,
presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), “hasta ahora las
diferentes propuestas se basaban más en las modalidades asistenciales, es
decir, en la estructura de los hospitales del SNS (hospitalización, consulta
externa, hospitalización de día, etc.) y no en el proceso asistencial. Esta
aproximación es clave ante uno de los mayores retos de la Medicina Interna y el
Sistema Nacional de Salud: la gestión clínica del paciente crónico complejo,
que requiere poner a su disposición un amplio abanico de modalidades
asistenciales que permitan garantizar la atención a estos pacientes en el
momento y lugar más adecuado”.
En cuanto a los estándares de calidad en los
procesos asistenciales, destaca la atención al enfermo agudo hospitalizado
(incluyendo a pacientes con condiciones crónicas descompensadas o con
patologías intercurrentes), el apoyo de consultoría a atención primaria u otras
especialidades y la atención al paciente crónico complejo.
En un documento hecho público por la SEMI, para
pacientes hospitalizados, se indican estándares en el momento del ingreso,
durante el seguimiento (se recomienda evitar estancias innecesarias, utilizar
el ingreso como tiempo de educación sanitaria del paciente y dotar a las UMI de
personal de enfermería suficiente, entre otras medidas) así como en la
planificación del alta y al alta (el informe de alta debe incluir un plan de
actuación y la conciliación de la medicación y estar a disposición de los
profesionales de continuidad en la asistencia), tanto cuando el internista es
el médico directamente responsable como cuando se trata de una
interconsulta. En el caso de apoyo de consultoría a atención primaria el
objetivo principal es disponer de procesos ágiles que permitan priorizar a los
pacientes más graves y diagnosticar con rapidez.
Por su parte, en la atención al paciente
crónico complejo la asistencia tiene por objeto la atención sistemática a
pacientes en los que, en numerosas ocasiones, convive la cronicidad con la
dependencia y fragilidad asociadas a las etapas avanzadas de la vida. Y es que
el manejo sistemático de los pacientes con enfermedades crónicas reduce la frecuentación
y las estancias hospitalarias, disminuye la tasa de consultas urgentes, así
como el consumo de medicamentos.
En la atención de estos pacientes, entre
otras propuestas, se recomienda, por un lado, extender el uso de los sistemas
de telemedicina para mejorar el control domiciliario, evitar consultas
presenciales innecesarias y atender con prontitud las descompensaciones agudas;
y, por otro, evitar en lo posible la hospitalización convencional, dados los
riesgos que puede tener para estos pacientes. Así, cuando las condiciones lo
permitan es conveniente evaluar las posibilidades de otros sistemas de
atención, como hospital de día, hospitalización a domicilio, etc.
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