(AZprensa) Con un
diámetro de 51.118 Km. y una órbita alrededor del Sol a 2.872 millones de
kilómetros, Urano no quiere parecerse al resto de planetas del sistema solar y
así su órbita de 97,7º hace que se desplace prácticamente tumbado y a una
velocidad de traslación más baja que cualquiera de los demás planetas: 6,8
Km./s. Esto significa que el año en Urano dura 84,1 años y los polos dan la
espalda al Sol durante la mitad de la órbita por lo que se dan en los mismos
días de 42 años seguidos de noches de 42 años. También tiene cuatro estaciones
como la Tierra, sólo que aquí cada una de ellas dura 21 años. En cambio la
velocidad de rotación es más alta y los días en Urano duran 17 h. 14’ claro que
en sentido contrario: el Sol sale por el oeste y se pone por el este. Pero está
tan lejos del Sol y el planeta emite tan poca luz (albedo de 0,3) que la
intensidad de la luz del día allí es 400 veces más baja que en la Tierra.
El espíritu de
contradicción también está presente en sus 27 satélites, ya que estos orbitan
alrededor de su ecuador en una posición casi perpendicular a la elíptica, por
lo que cruzan su trayectoria orbital. Pero Urano no sólo lleva la contraria en
esto sino que también se distingue por su forma de giro retrógrada.
En su composición
destaca un núcleo de silicatos y hierro que viene a representar más o menos un
20 por ciento del radio del planeta. Sobre ese núcleo –que no llega a estar en
estado sólido- se extiende un manto helado, fluido y denso, compuesto por agua,
amoníaco y otras sustancias volátiles, que representa en torno al 60 por ciento
del radio. A este fluido se le llama océano de agua-amoníaco y tiene una alta
conductividad eléctrica. Finalmente se extiende sobre el planeta una amplia
atmósfera que alcanza el 20 por ciento restante del radio. Urano es, después de
Saturno, el planeta menos denso; sólo 1,27 g/cm3. Su forma es esférica aunque
bastante achatada por los polos.
Su atmósfera se divide
en tres capas, la más cercana se eleva hasta casi los 300 Km. de altitud, luego
le sigue otra hasta los 4.000 Km. y finalmente una especie de corona que llega
hasta los 50.000 Km. de su superficie. La atmósfera está compuesta de hidrógeno
(83%) y helio (15%), con pequeñas cantidades de metano (1,9%) y otros gases
como etano, acetileno, monóxido de carbono, sulfuro de hidrógeno... A
diferencia de otros gigantes gaseosos como Júpiter o Saturno, en Urano hay
hielo por encima de los gases. Hay en esa atmósfera una amplia capa de nubes y
gases; la mayoría de sus nubes se componen de metano (las más altas) o de agua
(las más bajas) y se desplazan con vientos superiores a los 100 Km. aunque
algunos pueden llegar a los 900 Km./h. En la capa exterior se observa una bruma
de etano y otros hidrocarburos, y el metano de esta capa absorbe la luz roja
dando al planeta su característico color azul verdoso.
La temperatura de su
atmósfera es la más fría del sistema solar, con –224º C y la presión aumenta
con la profundidad de tal forma que las nubes de metano pasan de estado gaseoso
a hielo sólido formado esa mezcla de agua y amoníaco que se extiende sobre su núcleo.
Ya a nivel de esa superficie interna, la temperatura es de –195º C.
Aunque el núcleo
central está caliente (pero mucho más frío que en otros planetas, ya que sólo
alcanza los 4.276º C) este calor no llega a la superficie sin que se conozca
cuál es el motivo. Se especula con que debe existir algún tipo de barrera en
las capas superiores que impide que el calor del núcleo llegue a la superficie.
En esa superficie líquida su gravedad es de 8,69 m2 por lo que 100 Kg. en la
Tierra pesarían 90,5 Kg. en Urano.
Este planeta posee
campo magnético pero este es –al igual que caso todo en este planeta- inusual,
ya que su centro no se encuentra en el centro geométrico del planeta. Su
magnetosfera resulta, pues, completamente asimétrica y así, en unas zonas, la
fuerza del campo magnético llega a ser 10 veces más potente que en otras. Al
igual que Júpiter, Urano también tiene auroras que se divisan como arcos sobre
los polos, pero la intensidad de las mismas es sorprendentemente demasiado
pequeña para lo que se supone que debería corresponderle.
El movimiento de las
capas de nubes sobre el planeta también resulta extraño. Cerca del ecuador los
vientos son retrógados, con unas velocidades medias de 50 a 100 m/s y conforme
nos acercamos a los polos, el sentido del movimiento de esas franjas de nubes
se va ralentizando hasta llegar a cero, para luego comenzar a girar en sentido
contrario e ir ganando de nuevo velocidad de hasta 150 a 200 m/s para
finalmente pararse de nuevo en los polos.
El Polo Sur es muy brillante
mientras que el ecuador es mucho más oscuro. Igualmente sorprendente es el
hecho que la temperatura en el ecuador (que está más distante del Sol que el
polo que mira a nuestra estrella) es más alta que en el polo que mira
directamente al Sol.
Urano tiene 13 anillos
que son más delgados y con menos materia que los de Saturno, por lo que son
mucho más difíciles de observar. Las partículas que los componen son muy
oscuras y van desde simples motas de polvo a rocas que van desde los 20
centímetros a los 20 metros de diámetro. Estos anillos son muy estrechos (la
mayoría sólo tienen unos pocos Km. de anchura). Dos de sus satélites, Cordelia
y Ofelia, actúan como satélites pastores de los anillos.
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