lunes, 20 de agosto de 2018

El grave error del “Universo 1”


(AZprensa) Con frecuencia escuchamos a muchas personas cómo elogian, o por el contrario cómo se quejan, de una determinada acción. Seguro que os resultan familiares frases como estas de la que sólo pondré dos ejemplos para no extenderme mucho: (1) “La nota de prensa que enviaste ha tenido una gran repercusión” y (2) “La web tiene un diseño muy poco atractivo”.

Podría pensarse que quien emite semejante juicio se ha informado previamente, ha analizado dicha información y finalmente ha emitido su opinión…. Pues no; la realidad cotidiana nos dice que esto no se produce así.

Los seres humanos nos creemos –cada uno de nosotros- el centro del universo, y consideramos que nuestras percepciones deben tomarse como una verdad incuestionable que debe ser asumida por el resto de los mortales.

En el ejemplo 1 esa nota de prensa tuvo muy poca repercusión; sólo salió publicada en una revista del sector, ocupando apenas cuatro módulos. También la publicaron dos medios digitales, entre medias de otras tantas noticias que también publicaron ese día. ¿Cómo entonces se puede hablar de “una gran repercusión”? Muy sencillo, un amigo –o a lo sumo dos- de esa persona leyeron la noticia, les gustó y se lo comentaron. Conclusión: si dos de sus amigos han visto la noticia, les ha gustado y se lo han dicho, esto significa que todo el mundo la ha visto.

En el ejemplo 2 uno –o a lo sumo dos- amigos del interfecto han visitado la web y no les ha gustado (sin más razones, simplemente tienen otros gustos estéticos diferentes) y así se lo han comunicado. Conclusión: como a esos dos amigos no les gusta la web, esa web es un desastre que habría que corregir inmediatamente.

Así somos los humanos y así es la vida. ¿Para qué hacer encuestas si lo único que vale es la opinión de algunos de mis seres más cercanos? Es lo que yo llamo “universo uno”, que equivaldría a decir: “en base a los resultados de una amplia encuesta realizada sobre una persona (que es de mi confianza), se deduce que toda la población opina que…”.

La segunda parte de esta historia viene ahora. Todos nosotros, más o menos, muchas veces o pocas, actuamos así. Esto significa que no somos los únicos y hay tantas encuestas sobre “universo uno” como seres humanos habitan el planeta. Llevándolo al plano empresarial, significa que los resultados de mi encuesta sobre universo uno deben ser aceptados por todos los que dependen jerárquicamente de mí, pero esto cambiará tan pronto mi superior me haya hecho conocer los resultados de su propia encuesta sobre universo uno. Y así, cuando más alto sea el rango de quien realice su encuesta sobre universo uno, más habrán de imponerse sus conclusiones.

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