jueves, 14 de mayo de 2020

Así eran los médicos ecologistas antes que existiese la palabra ecología


(AZprensa) Hay muchas ocasiones en que las cosas existen antes de tener nombre, y así ha sucedido, por ejemplo, con la palabra “ecología”, entendiendo esta como el estudio de las relaciones de los seres vivos con el ambiente físico y biológico. No sería hasta el año 1873 en que el naturalista Haeckel acuñó esta palabra, sin embargo ya existía desde hacía varias décadas una corriente médica afín a esta visión ecológica de salud y medio ambiente, eran los llamados médicos higienistas, los cuales se plantearon el problema del influjo del medio ambiente en la vida del hombre. Los higienistas criticaban la falta de salubridad en las ciudades, así como las condiciones de vida y de trabajo de los obreros, proponiendo diversas medidas de tipo higiénico y social que contribuirían a mejorar la salud y la calidad de vida de la población, especialmente de las clases menos acomodadas.

A los entonces llamados “médicos higienistas” cabe considerarlos, pues, como los primeros médicos defensores de la ecología, puesto que dicha corriente “higienista” tuvo una gran fuerza durante el siglo XIX. Aquellos médicos realizaron toda una serie de investigaciones empíricas de tipo sociológico y geográfico, contando para ello con el apoyo e incentivo de la Real Academia Nacional de Medicina, gracias a lo cual muchos de esos trabajos se han conservado. En los mismos, la higiene aparece en primer lugar, como una parte de la actividad médica, centrada en preservar la salud pública, algo de trascendental importancia toda vez que eran frecuentes muchas enfermedades epidémicas (cólera), endémicas (viruela, tifus, difteria, escarlatina), así como otras enfermedades profesionales relacionadas con la revolución industrial

Dado que entre los higienistas estaba generalizada la concepción de la enfermedad como producto social, en los estudios de tipo epidemiológico era muy frecuente encontrar abundante información sobre el medio geográfico, económico y social en el que se desarrollaban las dolencias estudiadas. De esta forma los estudios de geografía médica fueron uno de los centros de atención más característicos de los médicos españoles interesados por la higiene pública. Esta estrecha relación entre medicina y geografía fue la génesis de un peculiar tipo de literatura científica que se conoció con el nombre de “Topografías médicas”.

Las “Topografías médicas” suponen un punto de vista “ecológico” (aun cuando todavía no existiera dicha palabra) de la medicina, ya que consideraban a las enfermedades como resultado de una compleja interrelación de fenómenos ambientales (temperatura, vientos, suelo, etc.) y fenómenos socio-económicos (miseria, hacinamiento, condiciones de trabajo, etc.).

De hecho, las “Topografías médicas” tienen todavía hoy un valor incalculable, no sólo para los historiadores de la medicina, sino también para quienes se ocupan de la historia de la geografía, de la ecología e incluso de la historia de España, ya que su consulta puede aportar informaciones valiosas en sus vertientes demográfica, agraria, social y urbana.

Fuente: “Médico, periodista y poeta”, de Vicente Fisac.
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