(AZprensa) Si hay alguna asignatura en la que suspenden
casi todos los médicos y demás profesionales sanitarios es en la de
Comunicación, y más aún si de lo que se trata es de dar malas noticias. Saber
dar bien las malas noticias requiere una habilidad especial pero también el
conocimiento de unas normas básicas, tal como se refleja en el libro “Cómo dar
bien las malas noticias”, el cual recoge conocimientos y experiencias de expertos
en Medicina y Comunicación.
La Comunicación de malas noticias es un auténtico acto
médico que, en este caso, no se ciñe exclusivamente a los médicos sino cuya
responsabilidad alcanza a todos los profesionales sanitarios.
A falta de horas lectivas y material docente sólido y
homogéneo para aprender a dar bien las malas noticias, bien podemos echar un
vistazo a este libro.
“Cómo dar bien las malas noticias”, de Vicente Fisac.
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