(AZprensa) ¿A qué se va
al médico de la Seguridad Social? Pues se va a que nos recete algo para la
enfermedad que nos aqueja. Esto es lo normal ¿verdad? Pues resulta que hubo un
tiempo en que la gente iba al médico de la Seguridad Social para llevarse
gratis un refresco de naranja. Como lo oyes. Esta es la historia…
Latino-Syntex
tenía posiblemente la mejor gama de compuestos vitaminados. Su estrella era la
“Cecrisina efervescente”, que mantenía una dura pugna con el Redoxón
efervescente de Roche por el liderato de las vitaminas C. Pero de nuestra
Crecisina decíamos que tenía mejor sabor, y como estábamos tan seguros de ello,
los visitadores médicos llevaban un vaso de cristal serigrafiado con el nombre
del producto para entregarlo como regalo al médico en el transcurso de la
primera visita (en aquella época se podía hacer todo tipo de regalos
publicitarios a los médicos). Pero en este caso, el vaso de Cecrisina no se
entregaba de cualquier manera. Al llegar el momento de presentar nuestra
vitamina C, el visitador médico sacaba el vaso de la cartera (esa enorme
cartera que siempre llevaban los visitadores médicos) y le pedía un poco de
agua. Una vez el agua en el vaso, echaban un comprimido de Cecrisina
efervescente y el médico veía cómo éste se disolvía rápidamente. A continuación
el visitador médico invitaba al médico a probar el excelente sabor de nuestra
vitamina C y en efecto podía comprobar su agradable sabor a naranja natural.
En las
visitas posteriores ya no era necesario repetir esta escenificación, sino que
simplemente sacaban un nuevo vaso (eso era importantísimo, sobre todo para las
esposas de los médicos que se iban haciendo de esta manera con un completo
juego de vasos completamente gratis) y lo entregaban al médico junto con una
muestra de Cecrisina.
A nivel
popular, la gente llamaba a Cecrisina “el refresco del seguro” y acudían con
frecuencia al médico para que les recetase ese “refresco de naranja” que tan
bien les sabía y tan bien les sentaba. Por aquél entonces no existía el copago,
la Sanidad pública era gratis total y todos los medicamentos entraban en el
seguro y los pacientes no tenían que pagar nada. El médico lo recetaba sin
problemas y los pacientes salían tan contentos; en vez de ir al bar a comprar
un refresco, con Cecrisina lo tenían gratis y sabía igual de bien.
Recordando
ahora estos abusos, uno entiende por qué años más tarde se implantó el copago,
por qué después dejaron de recetarse por la Sanidad pública muchos
medicamentos, por qué cada varios años se aumentaba la cantidad de dinero a
pagar por el paciente, por qué después casi cada año se rebajaba el precio de
los medicamentos a los laboratorios… pero que nadie piense que fue sólo por
eso, la mala gestión de los políticos y la corrupción política también han
tenido mucho que ver.
Como
complemento a esta historia, recordaré que Latino-Syntex era líder en el campo
de las vitaminas y tenía todos estos productos vitamínicos (quizás alguno te
resulte familiar si tienes ya unos cuantos años):
AC-Crisina:
A y C
Acrisina: A
Adecrisina:
A y D
B12 Latino
Depot: B12
Biocrisina:
C, cianocobalamina y l-lisina
Calcio
Carnitina C: carnitina, B12, calcio soluble, B2 y C.
Calcio
Crisina: calcio soluble, C y D
Cecrisina
efervescente: C
Crisina B1
B6 B12: B1, B6 y B12.
Neuro
Carnitina: carnitina, n-acetil-glutamina, B6 y B12
Neuro
Crisina: l-glutamina, B1 y B6
Neuro
Tantum: benzidamina, B1, B6 y B12
Spartocine:
aspartato ferroso
Triadón
cálcico: isoniacida, ácido fólico, sulfato de cobre, sulfato de manganeso,
óxido levo-ascórbico y lactato cálcico
Vication:
suplemento vitamínico general
Vitagland:
terapéutica virilizante...
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