(AZprensa) Se
habla tanto de la “medicina basada en la efectividad” que nos olvidamos de lo
más importante, el ser humano. Por ello algunos expertos empiezan a proponer
una nueva visión cambiando una simple letra para pasar de la “medicina basada
en la efectividad” a la “medicina basada en la afectividad”…
Tomás Chivato, decano de la Facultad de
Medicina de la Universidad CEU, habla de la importancia de volver a una “Medicina
basada en la afectividad” para que las tecnologías no irrumpan de manera
negativa en la calidad de vida de los pacientes y de la importancia de la
formación de los futuros médicos en valores éticos: “Es esencial formar a los
futuros profesionales de Ciencias de la Salud en ética durante sus años de
estudios en la Universidad. La tecnología y descubrimientos avanzan a gran
velocidad, pero se está resintiendo la relación con los pacientes. Siendo
importante la eficacia, la efectividad y la eficiencia de los diagnósticos y
los tratamientos es muy importante en medicina mantener la afectividad. El
Juramento hipocrático sigue plenamente vigente dado que hemos de practicar una
medicina centrada en el paciente, no únicamente centrada en las pruebas o datos
obtenidos”.
Por su parte, el Dr. Martínez-Sellés, presidente del
Colegio de Médicos de Madrid, destaca que “a todos nos une la preocupación
por garantizar una asistencia sanitaria ética y humanizada. En unos momentos,
en el que el foco se pone en avances tecnológicos, es necesario volver a la
esencia de nuestras profesiones, el trato humano y empático con nuestros
pacientes, desde unos principios éticos que ya perfiló Hipócrates hace dos mil
quinientos años”.
Martínez-Sellés muestra su preocupación por la
legislación actual que contraviene aspectos de la nueva versión del Código de
Deontología Médica Español, recientemente aprobado: “Nuestro código es muy
claro, incluye los artículos 38.4 El médico no deberá provocar ni colaborar
intencionadamente en la muerte del paciente, 61.1 El ser humano es un fin en sí
mismo en todas las fases del ciclo biológico, desde la concepción hasta la
muerte. Es un deber deontológico respetar y proteger al concebido y no nacido y
64.1 El médico está al servicio de preservar la vida a él confiada en
cualquiera de sus estadios.” También denuncia que “tanto la ley de
eutanasia como la nueva ley del aborto tratan de limitar la objeción de
conciencia, exigiendo que los profesionales sanitarios que quieran acogerse a
este legítimo derecho reconocido en nuestra constitución y en la carta europea
de derechos fundamentales, tengan que inscribirse previamente en un registro,
una especie de lista negra que queda a disposición de las consejerías de
sanidad”.
Y a este respecto, Tony Borg, profesor de derecho público
en la Universidad de Malta, lamenta que “el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos se ha mostrado firme en defender la libertad de conciencia en
determinadas áreas como el servicio militar obligatorio; pero sin embargo en lo
que respecta al aborto, no ha sido tan consistente ni tan vigilante”.
Fuente: Jornada internacional “Humanismo y Desafíos
Éticos en la Asistencia Sanitaria en Siglo XXI”, celebrada el 24 de noviembre
2023 en el Colegio de Médicos de Madrid.
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