(AZprensa) Esta es una historia real. Hace ya muchos años, Televisión Española (TVE)
estrenó un programa titulado “Las buenas noticias”. Con él pretendía
contrarrestar lo que habitualmente sale en los telediarios (guerras, crímenes, atracos,
engaños, miseria, etc.). Era una magnífica propuesta y todos quedamos encantados
con ese primer programa. Pero llegó el segundo y… ya no les quedaba casi
ninguna cosa buena que contar. Y llegó el tercero…y como ya no quedaba nada
bueno que contar pero tenían que rellenar el espacio, empezaron a contar cosas
que eran buenas pero sólo para el interesado (tal famoso se ha comprado una
nueva mansión, este otro famoso ha celebrado una gran fiesta en no sé dónde,
etc.). Evidentemente, aquello no eran buenas noticias que nos diesen ánimos ni
esperanzas y la audiencia cayó en picado. Muy pocos programas después, “Las
buenas noticias” dejó de emitirse. Fue el mayor fracaso de un informativo en la historia de la televisión. Y si a esto le unes el hecho de que lo malo
siempre tiene mucha más audiencia, pues pasa esto, que nadie más se ha atrevido
a lanzar un programa de buenas noticias, porque haberlas hay, pero cuesta mucho
trabajo encontrarlas y total ¿para qué? si luego la audiencia prefiere otros
programas!!!
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1 comentario:
hola, creo que tienes mucha razón, la audiencia la damos quien consumimos TV , y es cierto que el español le gusta un cotilleo , y si tien morbo más todavía.Pero tenemos que reconocer que si tuviéramos más programas educativos y divertidos de buen royo, seriamos tal vez mejores personas. Un saludo.
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