domingo, 30 de junio de 2013

Compromiso con la investigación y comportamiento responsable

Uno de los pilares fundamentales de la relación entre la industria farmacéutica y la sociedad es el compromiso. Un compromiso de crecimiento y desarrollo solidarios, puesto que el fin de toda compañía farmacéutica, además de generar beneficios a sus accionistas, es –en definitiva- contribuir a la mejora de la salud y de la calidad de vida del conjunto de la sociedad. El éxito comercial de los productos depende de su éxito terapéutico, y sin ambos no existirán ni beneficios ni inversión futura.

Este compromiso se canaliza a través de las políticas de Investigación y Desarrollo (I+D), que requieren notables inversiones. De hecho, se cifra en más de 800 millones de dólares el importe que supone la inversión necesaria para desarrollar cada nuevo fármaco, siendo esta además, una inversión de riesgo, toda vez que sólo una pequeña parte de los productos incluidos en los procesos de desarrollo (menos del 10 por ciento) llega finalmente al mercado, y cuando llegan, sólo uno de cada tres consigue alcanzar el éxito comercial capaz de amortizar todo el proceso de investigación y generar a su vez nuevos recursos para que la compañía pueda seguir investigando.

Sin embargo, y a pesar de este esfuerzo investigador y compromiso social, las compañías farmacéuticas continúan enfrentándose a problemas de imagen ante la opinión pública. La sociedad percibe a la industria farmacéutica con cierta desconfianza por motivos que van desde la errónea percepción de unos desproporcionados márgenes de beneficios (imprescindibles para su sostenibilidad) a la desconfianza ante ciertas prácticas promocionales. Las empresas farmacéuticas deberían dedicar más esfuerzo a la comunicación, dejándolo en la mano de los expertos, para conseguir transmitir la idea de que los resultados económicos obtenidos son necesarios para asegurar las inversiones en investigación y hacer ver que éstas se materializan en esos fármacos innovadores que la sociedad reclama.

Si además una parte de esos beneficios se revierten en acciones de marcado acento social (antes se hacía de una forma desorganizada y ahora se agrupa todo en eso que ha dado en llamarse “responsabilidad social corporativa”) podrá mejorarse la percepción que los ciudadanos tienen de esta industria; eso sí, no basta con hacer esas acciones filantrópicas, además hay que difundirlas suficientemente y de manera acertada.

El compromiso de responsabilidad corporativa se pone de manifiesto con aportaciones como la realizada para los damnificados por las grandes catástrofes sean estas naturales (maremotos, terremotos, etc.) o provocadas (guerras, con sus correspondientes efectos colaterales) que ocupan durante muchos días el centro de la actualidad nacional e internacional. Pero sin casos tan llamativos como esos, la responsabilidad corporativa está presente en muchas y continuas acciones (reforestación de espacios naturales, campañas a favor de los afectados por alguna enfermedad o por los colectivos más débiles de una sociedad, fomento de la investigación, premio a las buenas prácticas, etc.).

Por todo ello está claro que el futuro de la industria farmacéutica pasa por fomentar la investigación y ahondar en las prácticas socialmente responsables. Hace ya más de una década que algunos directivos de grandes compañías farmacéuticas internacionales hicieron un llamamiento a las autoridades europeas para establecer una estrategia de investigación biomédica integrada en Europa que incentivase la innovación, contrarrestando así el declive que se observaba en Europa respecto a otros países como Estados Unidos, o frente al despertar de nuevas potencias –como China- que han optado por el apoyo a las compañías investigadoras. No ha sucedido así, y la situación económica de los últimos años no ha venido a ayudar tampoco. En consecuencia, la inversión de las grandes compañías ha buscado nuevos horizontes en donde encuentran más facilidades para montar sus procesos productivos.

La industria farmacéutica necesita un marco estable y predecible que permita garantizar la capacidad de inversión en I+D y el crecimiento orgánico de las compañías del sector. Cuando no se opera en este escenario y por el contrario las medidas de la Administración son cortoplacistas (sólo implantan medidas de recorte), se están cercenando las posibilidades de inversión y crecimiento de uno de los sectores industriales que más empleo genera.


Con un acuerdo marco en el que estuviesen incluidos todos los agentes políticos, sociales y profesionales del sector, y en el que se recogiesen soluciones a medio-largo plazo, se podría asegurar el futuro de la industria farmacéutica y, por tanto, unos mejores recursos terapéuticos para todos los ciudadanos en el campo de la salud y un aumento del número de puestos de trabajo con la consiguiente estabilidad en los mismos, en el campo económico. Pero lograr ese marco estable requiere un consenso de todas las formaciones políticas, algo que hasta ahora no se ha producido ni siquiera en temas de tanta trascendencia como un Pacto (aunque sea de mínimos) por la Sanidad, que garantice la sostenibilidad del sistema y la equidad en el acceso a las prestaciones, con una misma cartera de productos para todos los ciudadanos independientemente de la Comunidad Autónoma en la que residan. 

sábado, 29 de junio de 2013

Cuatro grifos, cuatro síntomas

En las campañas de publicidad que usan los laboratorios farmacéuticos para que sus Delegados (más comúnmente conocidos como Visitadores Médicos) convenzan a los médicos para recetar el medicamento que ellos le presentan, es frecuente que la portada de los folletos ofrezca una imagen gráfica llamativa alusiva a la enfermedad o los síntomas que va a combatir el citado medicamento.

En una de las campañas que realicé para Laboratorios Latino, y en concreto para el producto Genurín (flavoxate), un magnífico medicamento para controlar el espasmo genito urinario, utilicé el grifo como símbolo de aparato urinario (nada del otro mundo, por supuesto). Pero el principal reto era representar los principales síntomas que nuestro producto combatía, así que le echamos imaginación y una cuidada puesta en escena, para dar como resultado final estos cuatro síntomas.

Pero ahora, no os lo voy a poner tan fácil y os reto a que adivinéis qué síntoma corresponde a cada una de esas cuatro imágenes. Los síntomas son:
(a)   Polaquiuria
(b)   Nicturia
(c)   Sensación de quemazón
(d)   Pesadez suprapública
Intenta adivinar qué imagen corresponde a cada uno de estos síntomas.

PD.- La solución, en el primer comentario a este post.

viernes, 28 de junio de 2013

Piernas pesadas... estasis venoso

Frente a los protectores venosos, insuficientes en el estasis y/o lesión de la pared, Quimodoril ejercía una acción antiinflamatoria desinfiltrante y un drenaje hídrico tisular, convirtiéndose en una terapéutica completa para el edema cualquiera que fuera su localización y, en concreto, en los edemas de las extremidades en donde obtenía una de las áreas de mayor prescripción. El diseñador gráfico, especializado en ilustraciones para la industria farmacéutica, Manuel Duque, realizó esta portada, con la técnica del puntillismo, para dar inicio a una campaña que permitió llevar a los visitadores médicos un díptico diferente en cada visita, centrándose en cada ocasión en alguna de sus principales indicaciones, en general aquellas con mayor potencial para ganar prescripciones.


En el interior del díptico se explicaba que las enzimas proteoliticas (tripsina y quimotripsina) de Quimodril reducen el edema y el agua fija gracias a su poder antiinflamatorio desinfiltrante, mientras que la teclorotiazida asegura la eliminación del agua liberada sin alterar el equilibrio electrolítico del plasma; además. Esta última, al actuar disminuyendo las reabsorciones en el túbulo proximal, sin modificar la filtración glomerular, evita el riesgo de insuficiencia renal aún en tratamientos prolongados...

miércoles, 26 de junio de 2013

Da igual dónde esté el edema

Los edemas podían tener muchas localizaciones, pero daba igual cuál o cuáles fueran dichas localizaciones ya que Quimidril era una terapéutica específica y completa. Este producto sumaba las acciones de las enzimas proteoliticas y de la teclorotiazida.

La asociación de un complejo proteásico y un salidiurético sulfamidado al estado de sal potásica, permite drenar las sobrecargas hídricas del compartimento intracelular, en los edemas inflamatorios localizados. La tripsina y la quimotripsina, por su poder antiinflamatorio desinfiltrante, reducen el edema y liberan el agua fija. Por su parte la teclorotiazida asegura la eliminación del líquido liberado, sin alterar el equilibrio electrolítico del plasma.

De esta forma, Quimidril ejercía una acción antiinflamatoria desinfiltrante y un drenaje hídrico tisular, convirtiéndose en una terapéutica oral de elección frente al edema local inflamatorio, bien sea en el campo de la traumatología, la dermatología, la otorrinolaringología o la ginecología y obstetricia...

martes, 25 de junio de 2013

Salud para el hígado

Hay productos que por su dilatada presencia en el mercado y el hecho de ser suficientemente conocidos por los médicos, no es necesario dedicar mucho tiempo de la visita médica para su promoción; basta con hacer una breve mención y algún sencillo comentario para detectar si el médico lo conoce, lo receta y en qué o si tiene posibilidades de llegar a recetarlo. Este era el caso de Transphoril, un medicamento a base de ribonucleósidos de piridoxina, inosina y sorbitol, que estaba indicado para los trastornos hepáticos.

Síntomas como la lengua sucia, la halitosis, los vómitos, la intolerancia a las grasas, etc., pueden estar indicando que detrás de ellos se esconde una insuficiencia hepática y en tales casos este fármaco había demostrado su eficacia.

El producto se presentaba en envase de 20 ampollas bebibles, con agradable sabor, podía asociarse con cualquier otra medicación y su actividad no se veía afectada por los alimentos. Sin grandes alardes publicitarios fue durante mucho tiempo un complemento ideal de la visita médica ya que los visitadores lo presentaban en tercero o cuarto lugar de la visita, simplemente para que el médico no se olvidase de recetarlo...

domingo, 23 de junio de 2013

El prospecto imposible

El prospecto de los medicamentos da mucho de que hablar, por lo que en esta ocasión nos centraremos en la pretensión de algunas Comunidades Autónomas para que dichos textos vayan en el idioma de dicha Comunidad.

Sólo haré dos consideraciones, la primera económica; la segunda, práctica. A nivel económico, es el Ministerio de Sanidad quien aprueba esos textos, los cuales se cambian numerosas veces a lo largo de la vida del producto (cada vez que se aprueba una nueva indicación, se descubre una nueva contraindicación o riesgo, etc.). Por lo tanto, no basta con que el laboratorio pague a un traductor que traduzca una y otra vez (cada vez que haya cualquier modificación) esos textos al gallego, euskera, catalán, etc., sino que el Ministerio de Sanidad tendría que incorporar expertos en esos idiomas para que diesen su visto bueno a todas las traducciones, o bien transferir esas competencias a las Comunidades Autónomas y trabajar coordinadamente con ellas para aprobar todas las modificaciones en unos plazos determinados. ¿Habían pensado en eso?

A nivel práctico me pregunto: ¿Esos políticos que proponen esta medida han visto alguna vez en su vida el tamaño de muchos de nuestros medicamentos? Les invito a que visiten una farmacia. El tamaño de muchos de estos envases es tan pequeño que ya resulta una proeza introducir el actual prospecto (al que por otra parte exigen cada vez más cantidad de texto), por lo que triplicar (si sólo hablamos de catalán, euskera y gallego, aunque ya se unirán muchos más) su tamaño, es físicamente imposible. La única posibilidad sería crear un nuevo envase para contener este nuevo y gigantesco prospecto que nos proponen (y que parece que es lo único importante) y acompañarlo después del medicamento (que parece es lo que menos importa).

Consecuencias: Mayor coste que asumiría el laboratorio (a quien no dejan fijar el precio, sino que se lo imponen y encima en los niveles más baratos de Europa). Mayor coste para la distribución (al ocupar más espacio los nuevos envases). Mayor consumo de papel (tanto que hablan de ecología y mira por dónde salen ahora). Y al final, un prospecto gigantesco que seguirán sin entender los ciudadanos ya que los textos son más una salvaguarda jurídica que una verdadera información comprensible para el ciudadano (¿Hay algún ciudadano que entienda toda la jerga científica incluida en un prospecto que –en teoría- va dirigido a él?).

Puestos ya en esta línea, yo propongo que los Gobiernos Autonómicos exijan que los textos de los bricks de leche vayan en todos los idiomas oficiales de España, al igual que los envases de yogures, las chocolatinas, las etiquetas de la ropa, las instrucciones de los MP3, las etiquetas del calzado… que cada cosa que se fabrique y venda en este país de países vaya siempre acompañada de un libro conteniendo las explicaciones pertinentes en todos los idiomas. Por lo menos las editoriales, saldrían beneficiadas. 

sábado, 22 de junio de 2013

Ampolla embarazada

Si Transphoril se presentaba en ampollas y estaba indicado para la insuficiencia hepática de la embarazada, no era de extrañar que me decantase por dejar embarazada una ampolla. Y eso es lo que hizo el dibujante para la portada de este tarjetón con el que se pretendía llamar la atención del médico sobre la conveniencia de recetar este medicamento reparador hepatocelular y regulador hepatodigestivo en los casos de insuficiencia hepática de las mujeres embarazadas.


Se trataba de una terapéutica bipolar hepatodigestiva (repara el parénquima hepático y regula el tránsito biliar y digestivo) basada en la bioquímica celular de los ribonucleósidos fosfatos de piridoxina y de la inosina. A ello se añadía el sorbitol que, por su acción colecistocinética y colagoga, contribuye al equilibrio biliar y digestivo. Este medicamento estaba indicado también en afecciones tan frecuentes como los vómitos del embarazo, intolerancia a las grasas, anorexia, estreñimiento, halitosis, desnutriciones crónicas, hepatitis víricas y tóxicas, hígado alcohólico, dispepsias e insuficiencia biliar... y a lo largo de los años, cada una de esas afecciones fue contando con su propio folleto o tarjetón para que el médico lo recetase en cuantas más de sus indicaciones, mejor...

sábado, 15 de junio de 2013

El prospecto

En teoría el prospecto de un medicamento es un documento de información para el paciente, para que entienda cómo actúa ese medicamento contra su enfermedad y cómo debe tomarlo.

Sin embargo, la realidad es muy distinta, ya que el prospecto es: un documento de medicina defensiva pensado para que quede constancia de que se ha avisado al paciente de todos los efectos secundarios que pueden darse con el mismo y por consiguiente eximir al laboratorio y al médico de cualquier responsabilidad si dentro de los cauces correctos de prescripción y uso, aún así se produjese uno de esos efectos secundarios.

En consecuencia los prospectos de medicamentos son un largo texto de terminología médica en donde se detalla cualquier efecto secundario que se haya detectado en la investigación del medicamento por muy remota que sea la posibilidad de que aparezca.


Así, las reacciones de un paciente ante el prospecto son: (1) Disgusto al comprobar que no entiende nada de lo que pone aunque use una lupa para poder ver el minúsculo tipo de letra con que está escrito. (2) Asombro y estupor ante todos los efectos secundarios que puede provocar. (3) Firme decisión de tirar el prospecto a la basura y no volver a leer ninguno más, o incluso incumplir las recomendaciones del médico ante el susto que se le ha metido en el cuerpo...

viernes, 14 de junio de 2013

Signos de modernidad

El pequeño gran laboratorio Sideta disponía de una pequeño catálogo de productos líderes en sus respectivos mercados y, durante el tiempo en que trabajé en el mismo, lanzó también algunos nuevos productos.

Los cambios que hice en su promoción afectaron también a su logotipo, el cual modernicé pero sin cambiarlo esencialmente. Pero lo que sí hice fue modernizar su publicidad y aportarle diversas claves que permitiesen al médicos reconocer –a la vista de la publicidad- cuáles eran los productos que correspondían al laboratorio, de tal forma que la buena imagen de un producto conocido por el médico se trasladase igualmente a otros de los productos del laboratorio que sin embargo no fuesen tan bien conocidos por el médico.


La unificación de formato de los folletos, del tipo de letra y hasta del estilo gráfico (aun cuando cada folleto tuviese sus propios signos de diferenciación) fueron un paso. También se diseñó este pequeño cierre para la parte final de los folletos, en donde el logotipo del producto aparecía protegido por dos rayas de color que emanaban de una “S” central. Esas dos rayas de color eran diferentes para cada producto; por ejemplo, en el caso de Sinceral eran las dos amarillas, el el caso de Quimiodril, una era amarilla y otra gris, en el caso de Colposeptina, las dos eran rosa, etc. De esta forma, había un elemento común, pero con esa pequeña diferencia, para el cierre de todos los folletos, y dejaban bien claro al médicos que todos ellos eran productos de un mismo laboratorio...


jueves, 13 de junio de 2013

Acción global contra el colesterol

El hipolesterolemiante y normolipemiante de acción global de los laboratorios Sideta también tenía un original logotipo en el propio envase del producto. Dicho logotipo, de clara simbología vascular alusiva al círculo vicioso en que se transforma ciertas patologías, daba un claro aire de modernidad –como así era, en efecto- a este producto que sin embargo tuvo que competir con pocos recursos presupuestarios frente a otros gigantes del sector y por ello no pudo alcanzar la cuota de mercado que por eficacia le hubiera debido corresponder.


Baste recordar a este respecto, algunas de las propiedades del mismo: hipocolesterolemiante, normolipemiante, antitrombogénico, antiagregante plaquetario, normaliza la fibrinolisis y las tasas elevadas de fibrinógeno sérico, excelente tolerancia hepática y digestiva incluso en tratamientos prolongados...

miércoles, 12 de junio de 2013

Sinceramente... Sinceral

Antes que yo me incorporase al laboratorio farmacéutico internacional Zéneca, cuando este comercializaba y promocionaba el hipolipemiante Neo-Atromid (clofibrato), le hice la competencia desde un pequeño laboratorio (Sideta) al lanzar en España un nuevo hipocolesterolemiante e hipolipemiante de acción global, Sinceral (clofibride).

Empezaban la visita médicos, los visitadores o delegados del laboratorio, diciendo algo así como “Buenos días Dr., hoy quiero presentarle un nuevo producto que va sinceramente bien para controlar el colesterol”... y de ese “sinceramente” se pasaba a presentar “Sinceral”.

Pero la argumentación no sólo era emotiva sino también racional:
Hace descender las tasas séricas de colesterol, triglicéridos y lípidos totales, anormalmente elevadas.
Es eficaz también en hipercolesterolemias esenciales resistentes a otros tratamientos.
Su rapidez de acción se puede comprobar en el lipidograma a los 30 días.
Es compatible con cualquier otra medicación y tiene una excelente tolerancia, incluso a nivel hepático y digestivo.

Para corroborar esto último se presentaban estudios que demostraban que “Sinceral no origina ningún cambio ni morfológico ni metabólico en los cultivos de células hepáticas humanas, para lo cual seria necesaria una concentración 10 veces menor del normolipemiante de referencia, y además no aumenta las tasas de transaminasas hepáticas, aun con dosis doble d ela habitual durante varios meses”.

Pero tan importante como la parte argumental es la parte visual y por eso el presente folleto llevaba en portada la imagen de un trombo que no era otra cosa que un acúmulo de bolitas de poliespán (el conocido corcho blanco) pegadas a la pared de un tubo transparente, simbolizando de esta forma el trombo y la arteria.


Es cierto que la hiperlipidemia siempre ha sido y sigue siendo un problema, pero también es cierto que han existido y siguen existiendo productos eficaces para controlar esta patología...

martes, 11 de junio de 2013

Variaciones sobre el logotipo

Todo lo que se dice de un producto se asocia siempre a una imagen y si el producto tiene logotipo y este es correctamente utilizado en publicidad, todos los conocimientos y vivencias relacionados con un producto se asociarán a dicho logotipo. De ahí que la posterior visión de ese logotipo lleve inmediatamente a la mente de quien lo ve, un torrente de ideas, conocimientos, sentimientos, etc. Ver el logotipo de un producto, aunque sea sólo durante una fracción de segundo, es recibir en esa misma fracción de segundo todo un torrente de sensaciones que avivan el protagonismo del citado producto en nuestra mente y en nuestra predisposición emocional hacia el mismo.

Por eso es muy importante que los productos tengan logotipo, porque una vez conocido, la simple exposición gráfica del mismo nos permitirá decir todo lo que queríamos sin necesidad de palabras. Pero, por otra parte, el abuso de un logotipo puede llevar al hastío y generar el efecto contrario al que deseábamos. Una forma de evitarlo es realizar “variaciones sobre un mismo tema”, es decir, reproducir el logotipo pero no siempre de la misma forma, sino con sutiles diferencias para que, siendo visualmente diferente la imagen que llegue, el concepto que fijado igualmente.


En el caso concreto de Dinatrofón teníamos un logotipo (la punta de lanza de un tridente a modo de corona) y destacábamos siempre que se trataba de un producto inyectable, mostrando habitualmente en la publicidad la fotografía de la caja del producto (con su logotipo) y las ampollas que contenían el producto. Para dar una imagen diferente de ese mismo logotipo, encargué a uno de los mejores diseñadores gráficos del mundo farmacéutico, Luis Díaz Ricote, que hiciese una ilustración de la ampolla, la cual debía proyectar una sombra que no sería la sombra de la ampolla sino el logotipo del producto. El resultado (espectacular por otra parte) queda a la vista en la imagen que acompaña a este post. No sólo se utilizó en algunos folletos como el presente (el cual conmemoraba los 10 años de experiencia mundial con el producto) sino en muchos otros materiales y situaciones (stands de congresos, etc.)...

lunes, 10 de junio de 2013

Formación médica continuada

Se dice que el 85% de nuestros conocimientos actuales no nos servirán de nada dentro de 15 años. Así de rápido evoluciona el nivel de conocimientos de la humanidad. Esto, en Medicina, es evidente. El médico tiene necesidad de formarse continuamente, pero esto tiene un handicap: la formación cuesta dinero. Los empleadores de los médicos (básicamente la Sanidad pública) no les paga cursos ni materiales de formación, por lo que el médico tiene que arreglárselas por sí mismo, pero él tampoco está por la labor de gastarse su dinero en formación... sobre todo porque sabe que hay (siempre ha existido) un “paganini”, alguien que está dispuesto a pagarle los cursos, la asistencia a congresos, la adquisición de libros, la participación en cursos, etc.; y ese alguien son los laboratorios farmacéuticos.

Desde el más grande al más pequeño laboratorio farmacéutico siempre han destinado una parte importante de sus presupuestos promocionales a pagarle al médico esa formación. El caso de los laboratorios Sideta no era una excepción y por este motivo trataba de ganarse el favor de los médicos facilitándoles la asistencia a congresos y pagándoles cursos y materiales de formación. También la visita médica era un vehículo para llevarle esa formación y actualización constante de conocimientos. En la imagen que acompaña este post, podemos ver uno de esos ejemplos. Se trata de un ejemplar de una amplia serie de cuadernos monográficos que actualizaban el estado del conocimiento médico sobre determinada indicación o área terapéutica. En este caso concreto se trataba de una revisión de la ateroesclerosis a la que había dado por título “Historia natural de la ateroesclerosis”, a la que siguieron muchas otras monografías. En las mismas no se incluía ninguna publicidad salvo la que llevaba en el interior de portada a modo de anuncio del producto en cuestión (obviamente un producto que estaba indicado en la indicación de que hablaba la monografía). De todas formas, ya se ocupaba el visitador médico, a la hora de entregarle estas monografías, de recordarle lo bueno que era el producto en cuestión para el tratamiento de estas patologías.

Para diferenciar estos materiales didácticos de los otros materiales exclusivamente publicitarios, ideé un pequeño sello que se ponía en la parte superior de la portada y que dejaba bien claro que no era un material promocional sino de formación médica, ya que decía “Servicio médico de documentación Sideta”...

domingo, 9 de junio de 2013

Industria farmacéutica y biotecnología

Dentro del sector farmacéutico, la biotecnología se utiliza en dos áreas fundamentales: para apoyar el desarrollo de fármacos basados en la química convencional, y para el descubrimiento de nuevos fármacos basados en la biotecnología, es decir, productos biofarmacéuticos que se utilizarán como nuevos medicamentos.

La biotecnología sirve a la industria farmacéutica para ayudar a identificar la causa de la enfermedad, comprender la función de los genes asociados con esa enfermedad, y proporciona sistemas alternativos para combatir dicha enfermedad. Un ejemplo sería un producto biofarmacéutico basado en anticuerpos para el cáncer de colon. Según esto, se formula un enzima ligado a un anticuerpo específico de tumor que actúa como radioguía y transporta el enzima  a la localización tumoral. Una vez en el tumor, el enzima es liberado y convierte una molécula profármaco (que se administra aparte) en un potente compuesto destructor de células, pero sólo en la proximidad de estas células cancerosas. Un método como este, tan altamente preciso de atacar las células cancerosas, reduce los efectos tóxicos secundarios asociados con muchas de las antiguas terapias.

Afortunadamente la moderna biotecnología ofrece un alto nivel de seguridad ya que esta requiere precisión y –evidentemente- la precisión es una parte integral de la biotecnología. La biotecnología permite, en definitiva, el control de las características de plantas y animales de una forma mucho más predecible y responsable de lo que hasta ahora era posible.

Con la legislación adecuada y el trabajo serio de las grandes compañías de biociencia, será posible encontrar nuevas y mejores soluciones a problemas básicos como son la lucha contra la enfermedad, la producción de alimentos para una población creciente y la reducción de la contaminación y daño medioambiental.

Una garantía final que no debemos olvidar es el enorme poder de las técnicas analíticas actuales. Si estas son capaces de detectar –por ejemplo- un simple grano de azúcar en una piscina de tamaño olímpico, ¿tendría sentido preguntarse si esto representaría un riesgo real –o simplemente hipotético- para un bañista diabético?...

sábado, 8 de junio de 2013

Biotecnología: ayer, hoy y siempre

Cuando se habla de biotecnología se piensa –inevitablemente- en algo más próximo al futuro de la humanidad que a su pasado. Sin embargo, si nos atenemos a su definición (“utilización de plantas, animales y microorganismos para crear nuevos productos y procesos”) nos daremos cuenta que, durante siglos, la biotecnología se ha utilizado en aplicaciones familiares tales como el empleo de levaduras para hacer subir el pan y de bacterias para convertir la leche en yogur.

Efectivamente, en su sentido más amplio, la modificación genética no es un fenómeno nuevo: el intercambio de genes se produce de forma natural, por ejemplo, en la reproducción sexual. El hombre ha intentado durante décadas influir en la manera en que plantas y animales intercambian sus genes, pero el proceso ha sido bastante menos preciso de lo que se pensaba.

Por ejemplo, la manera convencional de reproducción por polinización cruzada produce un gran número de nuevas cepas de plantas, de las cuales puede que solamente en una se logren las características deseadas. Es un proceso que requiere mucho tiempo y que, a menudo, no alcanza el éxito.

Ha sido en estos últimos años cuando la biotecnología ha adquirido una nueva dimensión en virtud del aislamiento de genes y grupos de genes que han sido capaces de realizar los científicos, así como en base al conocimiento de sus funciones específicas. Además, los científicos pueden mover los genes de un ser vivo a otro, dando lugar a un proceso denominado “modificación genética”, de gran importancia para el futuro de la humanidad en numerosas áreas.

Pese a los temores que en algunos sectores puede despertar este dominio sobre la naturaleza, la verdad es que este conjunto de técnicas ofrece enormes beneficios. Así, en la producción de alimentos, si los genes que en el trigo salvaje confieren resistencia frente a las plagas pueden ser transferidos a una variedad cultivada de mayor rendimiento pero vulnerable a dichas plagas, el resultado será una variedad de trigo mejorada.

La moderna modificación genética es una herramienta enormemente poderosa porque permite la transferencia genética y la producción de combinaciones genéticas mejoradas, con mayor precisión y velocidad...

viernes, 7 de junio de 2013

Material didáctico para médico y visitador

La misión de cualquier folleto destinado a la visita médica es la de facilitar al visitador médico el desarrollo de su argumentación para convencer al médico de que recete ese producto. Aunque ahora la mayor parte de los visitadores médicos tienen una formación superior (medicina, farmacia, biológicas, etc.) y los médicos también están mejor formados, hace unas décadas no era así. Los visitadores médicos se elegían entre aquellos aspirantes más dotados para las relaciones publicas, con más don de gentes y facilidad de palabra y de convencimiento, aunque no tuviesen ni idea de medicina. Por otra parte, la formación de los médicos generales no les daba para conocer en profundidad muchos aspectos reservados a las especialidades y era necesario explicarles bien –en ciertos casos- cómo actuaba un producto en ciertas indicaciones más propias de un especialista aun cuando ellos tuviesen también que tratarlas, algo frecuente sobre todo en el ámbito rural.

Así las cosas, muchos de estos folletos eran un ejemplo claro de material didáctico que permitía explicar de forma clara y sencilla qué era lo que se pretendía transmitir para convencer al médico de que recetase tal producto. En la imagen que acompaña este post podemos ver la portada de uno de aquellos folletos. En la misma aparecen tres frases que conducen a lo que se quiere presentar. La primera dice “Los síntomas angustian al paciente” y, precisamente por ello, el paciente acude a la consulta del médico, ya está captada la atención. La segunda decía “Vd. diagnostica un reumatismo”, con lo cual ya centramos al médico en el tema del cual queremos hablarle. Y la tercera decía “Y sospecha un cierto grado de osteoporosis”, de tal forma que el médico tiene claro que van a presentarle un medicamento para tratar el reumatismo y prevenir la osteoporosis.

El interior se asemeja a los libros de texto, con esquemas gráficos e ilustraciones que apoyan los puntos promocionales del producto que, en este caso, era Dinatrofón:
Mejora la movilidad y el dolor al favorecer el aporte proteico y mineral y la regeneración del cartílago.
Frena la osteoporosis al positivizar el balance cálcico y estimular la osteogéneisis, favoreciendo además la neo-vascularización del hueso.
Aumenta la capacidad y el rendimiento muscular al actuar de forma especialmente intensa sobre los músculos (miotropismo) mejorando su función.


Y, por supuesto, no podía faltar una referencia su tolerabilidad, pero argumentada, al indicar que “por su cadena esterificante de 11 átomos de carbono y su triple molécula, potencia su eficacia y carece, a dosis terapéuticas, de efectos indeseables”...

jueves, 6 de junio de 2013

Normalizar el trofismo de los tejidos

Todos los tejidos (hueso, músculo, miocardio, arterias, piel, sistema nervioso...) veían normalizado su potencial trófico y regeneración con el tratamiento con Dinatrofón, un medicamento del que se afirmaba que “realmente construye tejido” y así lo había demostrado no sólo en la clínica sino también histológicamente a través de la experimentación animal.

El trofismo de un tejido depende estrechamente del estado anatómico-funcional de sus capilares y de las fibras nerviosas que lo inervan, y esos efectos reparadores hísticos de Dinatrofón eran consecuencia de la regeneración neurovascular inducida por el medicamento. Tan amplio era el abanico de sus indicaciones que se presentaba a todas, absolutamente todas, las especialidades. Para ello realizaba series de folletos que a través de una clave de color en la portada permitían al visitador médico elegir el adecuado a cada especialidad aun cuando las portadas fuesen idénticas. Dentro, sin embargo, se adecuaba a la especialidad concreta de que se tratase, especificando las indicaciones correspondientes y los efectos que este medicamento iba a proporcional para el tratamiento de las mismas. Así, por ejemplo, en el caso de la retinopatía (diabética o hipertensiva), se decía que “reduce los exudados, las hemorragias y evita la esclerosis”.


También se realizaban dípticos con solapa que llevaban en el interior de la portada las propiedades generales, mientras que la solapa se aprovechaba para introducir en ella una separata o un tarjetón con las indicaciones y puntos promocionales específicos del producto en la citada indicación o especialidad médica. De esta forma se economizaba al hacer una gran tirada del díptico común a todas las especialidades para incluir después tiradas ya más pequeñas de tarjetones o separatas específicas. La imagen que acompaña este post muestra esa carpeta. En el exterior lleva la leyenda común “Una actividad demostrada en su especialidad” y una imagen que muestra sucesivamente diversos tejidos, desde los epiteliales hasta el hueso, si bien se trata de alegorías ya que las superficies representadas son de mármol (símil de superficie de la piel), pasta de jabón con raíces teñidas (símil de tejido vascular) y esponja natural (símil de hueso osteoporótico). En el interior, un ejemplo del díptico con solapa, conteniendo un tarjetón específico de retinopatía...

miércoles, 5 de junio de 2013

El rey de un país único

El medicamento hormonal Dinatrofón no tenía competidores directos puesto que no había ningún otro fármaco que tuviese sus mismas propiedades y valiese para todas las indicaciones que este cubría. El propio envase del producto contenía su logotipo, la punta de un tridente transformado en corona, tal como corresponde a un producto líder y único.

Cualquier producto líder que se precie de serlo debe tener un logotipo, algo que no es demasiado frecuente en los medicamentos; sin embargo Dinatrofón tenía su logotipo incluso en el propio envase. Por otra parte, disponía de una amplia bibliografía y una década de experiencia clínica, la cual ponía de manifiesto su eficacia y seguridad. De hecho, como efectos secundarios sólo se indicaba el riesgo de aparición de ligeros efectos androgénicos cuando no se respetaban los límites posológicos establecidos, si bien dichos efectos eran perfectamente reversibles al suspender el tratamiento.

Dicho tratamiento estándar era de una inyección intramuscular a la semana como tratamiento de ataque y una inyección cada 10 a 20 días como tratamiento de mantenimiento y consolidación...

martes, 4 de junio de 2013

Tejido vascular

Otros campos donde se prescribía Dinatrofón era el de la aterosclerosis por sus propiedades antilipídica, vasodilatadora y trófica de los endotelios vasculares. Este original fármaco hormonal actuaba sobre los dos factores (vascular y sanguíneo) que desencadenan y mantienen en evolución la aterosclerosis.

De igual forma estaba indicado en la diabetes y sus complicaciones vasculares y neurodegenerativas, haciendo disminuir la dosis de insulina o permitiendo que pudiera ser sustituida por hipoglucemiantes orales.

Y no acababa ahí la cosa; indicaciones como los accidentes neurovasculares, sus secuelas y rehabilitación, el tratamiento de la senescencia, la hipoacusia senil, la cicatrización de úlcera tórpidas o el tratamiento de la úlcera gastroduodenal, encontraban en Dinatrofón un aliado al favorecer la reparación y la construcción de todos los tejidos: hueso, músculo, miocardio, arterias, piel, sistema nervioso... al mejorar el trofismo de las fibras neuro-vegetativas locales y restablecer un riego sanguíneo eficaz.

Para este amplio campo de indicaciones, y tal como había hecho para la osteoporosis, encargué esta imagen que simulaba un tejido vascular... aunque en realidad era una masa de pasta de jabón y raíces vegetales teñidas...

lunes, 3 de junio de 2013

Osteoporosis

En el campo de la traumatología y reumatología obtenía Dinatrofón un buen número de prescripciones. Pocos fármacos podían ofrecer un abanico tan amplio de indicaciones en este y otros campos. Por ejemplo, estaba indicado en todo tipo de osteoporosis, pero también en fracturas, artritis, etc.

“Dinatrofón, al favorecer el aporte de proteínas y minerales, corrige las deficiencias óseas y cartilaginosas; y al actuar de forma especialmente intensa sobre los músculos (miotropismo), completa su acción terapéutica en estos procesos donde se ven implicados tantos cartílagos como huesos y músculos” destacaba en este folleto para cuya imagen de portada mostraba una “imagen de osteoporosis” que llamó poderosamente la atención de los médicos... y que obligó a los visitadores médicos a aclarar después que... en realidad no era una imagen de osteoporosis sino una fotografía de una esponja natural que se había elegido como símbolo de este grupo de indicaciones por su similitud visual.


Este eutrófico tisular estimulaba la osteogénesis y positivizaba el balance cálcico frenando la hiperosteolisis, reduciendo las fugas renales de calcio y aumentando la absorción intestinal verdadera de calcio. Pero además estimulaba la neo-vascularización del hueso, la cantidad y calidad osteoblástica y la proliferación de los cartílagos. Finalmente, en este campo, corregía la hipotrofia muscular haciendo desaparecer los dolores y mejorando tanto el estado objetivo como subjetivo de estos pacientes...

domingo, 2 de junio de 2013

Comunicación esclava

Había pensado comenzar este artículo con el siguiente titular: “Asuntos Legales, 40 – Periodistas, 21”. Ese titular parece el resultado de un partido de Balonmano, pero no es así. Se trata de algo muy común en las notas de prensa que emiten los laboratorios farmacéuticos y que, no por mor de ser frecuente, deja de causarme estupor.

En concreto, este “marcador” se corresponde con una nota de prensa enviada por un laboratorio farmacéutico (no diré su nombre) en la cual había 21 líneas de texto para explicar la noticia y después venían 40 líneas de texto “impuestas” por el Departamento de Asuntos Legales para cubrirse las espaldas ante cualquier eventualidad que pudiera surgir con motivo de haber hecho pública esa información.

Pero ¿de qué clase de información se trataba? Sin duda algo muy delicado desde el punto de vista científico o bursátil os diréis. Pues no, la noticia era algo tan sencillo e inocente como el fichaje de una persona para ocupar un cargo en la compañía.

Pues a pesar de eso, los sesudos responsables del área legal, que son incapaces de distinguir una información periodística de un texto publicitario, obligan a poner en todas las notas de prensa –incluidas las de este tipo- esos textos legales eximiéndose de cualquier responsabilidad legal. Claro que, posiblemente, también Marketing haya tenido algo de culpa, cuando nueve de las 40 líneas citadas, se dedican a explicar que esa compañía es muy importante y cotiza en las bolsas de tal y tal sitio.

¿Han pensado alguna vez los responsables de estos Laboratorios en la reacción que causan estas “notas de prensa” en sus verdaderos destinatarios que son los periodistas? Pues no, no tienen tampoco ni la más remota idea, aunque ya se sabe que de comunicación “entiende” todo el mundo...

sábado, 1 de junio de 2013

“Premio Harpo” para los laboratorios

No me resisto a traer otra vez a uno de mis blogs este artículo que publiqué hace unos años y que causó un gran revuelo en el mundo profesional sanitario el día que se publicó. Desgraciadamente, a día de hoy, sigue manteniendo toda su vigencia, incluso más. Si hace algunos años los laboratorios farmacéuticos estaban mudos, hoy en día además de mudos se están haciendo invisibles, incapaces de comunicarse con la sociedad para transmitirles cuál es su importante función.

Este es el artículo que se tituló “Laboratorios mudos”

Propongo hacer un ranking del tiempo que tardan en conceder una entrevista los presidentes de lo laboratorios farmacéuticos y entregar el “Premio Harpo” al más mudo de todos ellos.

Las empresas son entes abstractos a los que los seres humanos ponemos cara humana, la cara de las personas que conocemos y trabajan en esas empresas y la de sus directivos y por supuesto... la de su máximo representante. Nada hay más fácil ni acerca más a la opinión pública, que la imagen y la voz de ese alto directivo atendiendo a los periodistas e informando a través de ellos de los asuntos de interés público y/o empresarial en los que pueda estar inmersa la citada empresa.

Sin embargo el mundo de la industria farmacéutica –y salvo honrosas excepciones- ha sido tradicionalmente un “mundo sin rostro”: directivos que se esconden, cuyo teléfono siempre está ocupado, que están reunidos, que están de viaje, que mejor que les pasemos las preguntas por escrito, que ya las contestarán cuando tengan tiempo, que –por supuesto- no publiquemos nada sin que ellos lo hayan visto, corregido y dado su OK antes. Pero ¿en qué mundo viven? Pues... así les va.

¿Para quién son los palos? Para la industria farmacéutica. ¿Quién es el malo de la película? (ni nuestro compañero y experto en cine Paco Fernández conoce ninguna película en la que los laboratorios farmacéuticos hagan algo bueno).

El desconocimiento genera desconfianza. Así, ante unas empresas que tradicionalmente no dan la cara, que no hacen escuchar su voz públicamente, que no se muestran públicamente orgullosas de los descubrimientos terapéuticos (¿quién investiga sino la industria farmacéutica?) y de sus contribuciones a la formación de los profesionales sanitarios (¿quién si no financia la formación continuada?), los ciudadanos de a pie solo conocen las voces en contra y el silencio de los laboratorios. ¿Qué imagen, pues, se van a formar?

Los laboratorios tendrán muchos defectos como cualquier otra empresa, pero también hacen mucho por la salud de los ciudadanos. Entonces ¿por qué se empeñan en callar y en dejar que sean los demás los únicos que hablen de ellos? Quizás sea un histórico sentimiento de culpa por presiones comerciales fuera de toda ética en el pasado, o por desconocimiento absoluto del poder de la comunicación, o por miedo a que se enfade su único cliente que es el Sistema Público de Salud.

Desde esta tribuna os propongo hacer un ranking del tiempo que tardan en conceder una entrevista los presidentes de lo laboratorios farmacéuticos y entregar el “Premio Harpo” al más mudo de todos ellos. ¿Os animáis?...