miércoles, 12 de junio de 2013

Sinceramente... Sinceral

Antes que yo me incorporase al laboratorio farmacéutico internacional Zéneca, cuando este comercializaba y promocionaba el hipolipemiante Neo-Atromid (clofibrato), le hice la competencia desde un pequeño laboratorio (Sideta) al lanzar en España un nuevo hipocolesterolemiante e hipolipemiante de acción global, Sinceral (clofibride).

Empezaban la visita médicos, los visitadores o delegados del laboratorio, diciendo algo así como “Buenos días Dr., hoy quiero presentarle un nuevo producto que va sinceramente bien para controlar el colesterol”... y de ese “sinceramente” se pasaba a presentar “Sinceral”.

Pero la argumentación no sólo era emotiva sino también racional:
Hace descender las tasas séricas de colesterol, triglicéridos y lípidos totales, anormalmente elevadas.
Es eficaz también en hipercolesterolemias esenciales resistentes a otros tratamientos.
Su rapidez de acción se puede comprobar en el lipidograma a los 30 días.
Es compatible con cualquier otra medicación y tiene una excelente tolerancia, incluso a nivel hepático y digestivo.

Para corroborar esto último se presentaban estudios que demostraban que “Sinceral no origina ningún cambio ni morfológico ni metabólico en los cultivos de células hepáticas humanas, para lo cual seria necesaria una concentración 10 veces menor del normolipemiante de referencia, y además no aumenta las tasas de transaminasas hepáticas, aun con dosis doble d ela habitual durante varios meses”.

Pero tan importante como la parte argumental es la parte visual y por eso el presente folleto llevaba en portada la imagen de un trombo que no era otra cosa que un acúmulo de bolitas de poliespán (el conocido corcho blanco) pegadas a la pared de un tubo transparente, simbolizando de esta forma el trombo y la arteria.


Es cierto que la hiperlipidemia siempre ha sido y sigue siendo un problema, pero también es cierto que han existido y siguen existiendo productos eficaces para controlar esta patología...

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