Todos los tejidos
(hueso, músculo, miocardio, arterias, piel, sistema nervioso...) veían
normalizado su potencial trófico y regeneración con el tratamiento con
Dinatrofón, un medicamento del que se afirmaba que “realmente construye tejido”
y así lo había demostrado no sólo en la clínica sino también histológicamente a
través de la experimentación animal.
El trofismo de un
tejido depende estrechamente del estado anatómico-funcional de sus capilares y
de las fibras nerviosas que lo inervan, y esos efectos reparadores hísticos de
Dinatrofón eran consecuencia de la regeneración neurovascular inducida por el
medicamento. Tan amplio era el abanico de sus indicaciones que se presentaba a
todas, absolutamente todas, las especialidades. Para ello realizaba series de
folletos que a través de una clave de color en la portada permitían al
visitador médico elegir el adecuado a cada especialidad aun cuando las portadas
fuesen idénticas. Dentro, sin embargo, se adecuaba a la especialidad concreta
de que se tratase, especificando las indicaciones correspondientes y los
efectos que este medicamento iba a proporcional para el tratamiento de las
mismas. Así, por ejemplo, en el caso de la retinopatía (diabética o
hipertensiva), se decía que “reduce los exudados, las hemorragias y evita la
esclerosis”.
También se
realizaban dípticos con solapa que llevaban en el interior de la portada las
propiedades generales, mientras que la solapa se aprovechaba para introducir en
ella una separata o un tarjetón con las indicaciones y puntos promocionales
específicos del producto en la citada indicación o especialidad médica. De esta
forma se economizaba al hacer una gran tirada del díptico común a todas las
especialidades para incluir después tiradas ya más pequeñas de tarjetones o
separatas específicas. La imagen que acompaña este post muestra esa carpeta. En
el exterior lleva la leyenda común “Una actividad demostrada en su
especialidad” y una imagen que muestra sucesivamente diversos tejidos, desde
los epiteliales hasta el hueso, si bien se trata de alegorías ya que las superficies
representadas son de mármol (símil de superficie de la piel), pasta de jabón
con raíces teñidas (símil de tejido vascular) y esponja natural (símil de hueso
osteoporótico). En el interior, un ejemplo del díptico con solapa, conteniendo
un tarjetón específico de retinopatía...
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