El pequeño gran laboratorio Sideta disponía de una pequeño
catálogo de productos líderes en sus respectivos mercados y, durante el tiempo
en que trabajé en el mismo, lanzó también algunos nuevos productos.
Los cambios que hice en su promoción afectaron también a su
logotipo, el cual modernicé pero sin cambiarlo esencialmente. Pero lo que sí
hice fue modernizar su publicidad y aportarle diversas claves que permitiesen
al médicos reconocer –a la vista de la publicidad- cuáles eran los productos
que correspondían al laboratorio, de tal forma que la buena imagen de un
producto conocido por el médico se trasladase igualmente a otros de los
productos del laboratorio que sin embargo no fuesen tan bien conocidos por el
médico.
La unificación de formato de los folletos, del tipo de letra
y hasta del estilo gráfico (aun cuando cada folleto tuviese sus propios signos
de diferenciación) fueron un paso. También se diseñó este pequeño cierre para
la parte final de los folletos, en donde el logotipo del producto aparecía
protegido por dos rayas de color que emanaban de una “S” central. Esas dos
rayas de color eran diferentes para cada producto; por ejemplo, en el caso de
Sinceral eran las dos amarillas, el el caso de Quimiodril, una era amarilla y
otra gris, en el caso de Colposeptina, las dos eran rosa, etc. De esta forma,
había un elemento común, pero con esa pequeña diferencia, para el cierre de
todos los folletos, y dejaban bien claro al médicos que todos ellos eran
productos de un mismo laboratorio...
No hay comentarios:
Publicar un comentario