(AZprensa) La
popular revista médica “Jano”, de la que hoy sólo existe la edición digital,
había tomado su nombre del dios Jano, un dios con dos caras, y es que
consideraban que en la Medicina había también dos caras: la científica y la
correspondiente a las humanidades. En dicha revista, de carácter semanal, se
conjugaban armoniosamente los artículos científicos y los reportajes
culturales, sociales, artísticos... No podía faltar, por tanto, un apartado
dedicado a los viajes y al conocimiento de otros países y culturas.
Como ejemplo de
aquellos reportajes seleccionaron diez de ellos para editar un libro al que
titularon “Los diez viajes de ensueño para regular la tensión” y, claro está,
lo ofrecieron a los laboratorios que tenían antihipertensivos para que lo
utilizasen como regalo promocional en la visita médica.
En aquél libro,
que no ha perdido actualidad, se demostraba que todavía existen paraísos en
nuestro planeta y que están al alcance de cualquier viajero con ganas de romper
los moldes tradicionales y explorar nuevas rutas en sus vacaciones. Los 10
destinos seleccionados era: El Tirol (Austria), Taormina (Sicilia), el Ártico
(Noruega), Nueva Orleáns (Estados Unidos), el archipiélago de san Andrés
(Colombia), Marruecos, Mala Mala (Sudáfrica), Islas Maldivas, Tailandia y
Polinesia.
Como puede
constatarse a través de los ejemplos que se recogen, más allá del horizonte
existen todavía paraísos alcanzables. Lugares en los que la imaginación puede
materializarse. Rincones en los que refugiarse, a los que viajar, para
despertarnos súbitamente en el corazón de un sueño. Paisajes que nos reclaman,
que se integran en nosotros y pasan a formar parte, ya para siempre, de nuestro
universo personal.
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