(AZprensa) Según Noelia Escobar, gerente de Consultoría
Estratégica en I+D+i del grupo SCA, “la innovación incrementa la productividad
y competitividad internacional de las empresas y es garantía de aumento del bienestar
social y crecimiento económico”. Por ello explica que “la realización de
actividades innovadoras es una responsabilidad que debe ser compartida entre
gobiernos y empresas, dado que la brecha entre la rentabilidad privada y social
en este tipo de actividad produce fallos de mercado en su provisión privada que
justifican que los gobiernos intervengan estableciendo una serie de medidas
orientadas a favorecer el comportamiento innovador de las empresas”.
El tipo de ayudas que las Administraciones suelen facilitar
a las empresas son de dos tipos: directas e indirectas. Entre las primeras se
pueden citar las subvenciones, préstamos reembolsables, etc., y entre las
segundas podemos citar, por ejemplo, las deducciones fiscales.
Pero, tal como señala esta experta, “tan importante como que
un sistema de incentivos sea favorable fiscalmente es que las empresas lo
perciban como tal y, en consecuencia, los apliquen e integren el proceso de
gestión de su innovación”.
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