(AZprensa) Según un informe elaborado por el Ministerio de
Sanidad, el año pasado se realizaron en España 94.796 abortos pero sólo 11.035
de los mismos se realizaron en la Sanidad pública, a pesar que la mayoría de las
mujeres habían acudido a un centro público para solicitarlo.
Aunque algunos
esgrimen que debería formarse a los profesionales de la Sanidad pública, y
otros se sorprenden con estos datos, lo cierto es que a la inmensa mayoría de
los médicos y demás profesionales sanitarios no les gusta quitar vidas, por
mucho que se le llame a esa práctica IVE (interrupción voluntaria del embarazo)
y por consiguiente se acogen a su derecho de la objeción de conciencia.
El informe también refleja que la mayoría de estos abortos
(40.629) se realizaron en mujeres de 25 a 34 años, sólo 9.641 en mujeres de 15
a 19 años y 371 en menores de edad. Resulta curioso que entre los motivos para
abortar, el riesgo para la salud de la madre sólo se dio en el 6,5 por ciento
de los casos; los demás fueron por motivos económicos o simplemente por
conveniencia.
Destaca igualmente que en algunas Comunidades Autónomas como
Aragón, Castilla La Mancha, Castilla
León y Murcia, no se realizó ni un asolo aborto en la Sanidad pública, sino que
todos fueron derivados a otros centros e incluso en algunos casos fuera de la
propia Comunidad Autónoma.
Está claro que la
mayoría de los médicos se muestra contrario a participar en estas prácticas y
por ello, como no hay suficientes médicos en la Sanidad pública que quieran
hacerlo, se ven obligados a remitirlos a otros centros externos concertados
para este tipo de prácticas en donde sí hay un reducido grupo de médicos que
dedican todo su horario laboral a este único cometido.
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