(AZprensa) Profesionales sanitarios
y de tráfico reunidos en el Colegio de Médicos de Cantabria han pedido que se
de más visibilidad al pictograma que advierte, en los envases de los
medicamentos, sobre los riesgos que estos pueden tener sobre la conducción.
Actualmente, en aquellos medicamentos cuya toma puede ser peligrosa para la
conducción, se inserta en el envase una señal triangular de color rojo con un
coche en su interior y la leyenda “Conducción: ver prospecto”, la cual debe
tener un tamaño mínimo de 10 milímetros. El problema es que en los medicamentos
que afectan a la capacidad de conducción sí se inserta esta advertencia pero
por regla general en el tamaño mínimo exigido.
Por esto, desde el Colegio de
Médicos de Cantabria, se ha pedido que se aumente dicho tamaño para que llame
más la atención y no pase desapercibido por quienes tomen esos medicamentos.
Además, habría que establecer tres categorías –ya que no todos los fármacos
producen los mismos efectos- que serían:
la primera (amarillo) resaltando que hay que tener cuidado; la segunda
(naranja) destacando la necesidad de tener mucho cuidado; y la tercera (en
rojo) advirtiendo claramente del peligro que supone conducir.
Aunque este pictograma no prohíbe
legalmente la conducción, si recuerda que es recomendable leer las
recomendaciones del prospecto relativas a la conducción, y es que muchos
medicamentos pueden provocar un efecto sedante, temblores o producir
alteraciones oculares, auditivas y vértigos.
Como explicó en esta reunión el
presidente del Colegio de Médicos de Badajoz, Pedro Hidalgo, los medicamentos
que potencialmente pueden afectar a la capacidad de la conducción son los
ansiolíticos, antidepresivos, tranquilizantes, colirios o pomadas oftalmológica
y anticatarrales y antihistamínicos, aunque hizo hincapié a tener en cuenta
también algunas de las planta medicinales como la valeriana, lúpulo, melisa y
parsiflora, pues tienen efectos depresores del sistema nervioso central y
pueden interferir con una adecuada capacidad de la conducción.
Si se aumentase el tamaño de esa
señal de advertencia en los envases de medicamentos (de aquellos que alteran la
capacidad de conducción) se podría reducir el número de accidentes de tráfico y
de muertes y producidas por esta causa. Actualmente, por ejemplo, se tiene
constancia de que el 11,4 por ciento de los conductores que fallecieron en
accidente de tráfico habían dado positivo a psicofármacos.
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