(AZprensa) El 21% de los españoles sufren
obesidad y 13,8% padece diabetes aunque la mitad de estos últimos lo desconoce,
y es que son muchas las enfermedades relacionadas con la diabetes, una
enfermedad que con demasiada frecuencia va acompañada de otras enfermedades.
Por ejemplo, “la enfermedad periodontal está muy relacionada con la diabetes,
ya que contribuye a la aceleración de la enfermedad cardiovascular al producir
sustancias inflamatorias que aceleran el envejecimiento de las arterias”,
señala el doctor Francisco Javier Ena Muñoz, coordinador del Grupo de Diabetes
y Obesidad de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).
Pero esta no es la única, ya que las
complicaciones asociadas a esta enfermedad son múltiples. Así, un mal control
de la diabetes a lo largo del tiempo -durante unos 10-15 años- puede derivar en
complicaciones microvasculares que afectan a los vasos sanguíneos pequeños. “Un
ejemplo se encuentra en la retina, provocando trastornos en la visión por
hemorragias retinianas; además de otros que afectan a los vasos del riñón o a
los vasos encargados de nutrir a los nervios, provocando problemas en la
percepción del dolor por problemas en la conducción sensitiva de los nervios, o
una disminución de la capacidad de filtración del riñón, que puede conducir a
la insuficiencia renal y a la diálisis”, explica el experto.
Por su parte, la diabetes afecta también a
los vasos sanguíneos de gran tamaño, como las arterias coronarias, siendo causa
de infarto agudo de miocardio y de trombosis cerebral. Además, la hipoglucemia –bajos niveles de
glucosa en sangre- es otro de los efectos que se producen a causa de la
diabetes, principalmente en personas que cuentan con una larga evolución de la
enfermedad y que recurren a tratamientos con múltiples dosis de insulina. “Con
la hipoglucemia aparecen síntomas derivados de la afectación del sistema
nervioso central, como malestar general, sensación de mareo, disminución del
nivel de conciencia e, incluso el coma hipoglucémico o palpitaciones producidas
por la producción de adrenalina por parte del organismo”, comenta el doctor.
Y no acaba ahí la cosa, porque depresión y
diabetes son dos patologías que también aparecen estrechamente relacionadas
entre sí. Por un lado, la depresión puede condicionar trastornos en la
alimentación que causen obesidad y que conduzcan a la diabetes. Por otro,
pacientes con diabetes pueden presentar falta de autoestima que desemboque en
una depresión. Por ello, “es importante llevar a cabo un correcto y
temprano tratamiento en los casos de pacientes diabéticos con depresión, para
así mejorar el control metabólico de esta enfermedad”, enfatiza el doctor
Francisco Javier Ena Muñoz.
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