(AZprensa) Aunque se creía que la genética aportaría grandes claves
para abordar el tratamiento de la obesidad, se ha comprobado que en realidad
son muy pocos los genes que llevan a ser obeso, aunque sí aumentan su riesgo.
Por eso, los investigadores del CIBERobn Alfredo Martínez y Fermín Milagro,
Por su parte, la Dra. Maite Solas explica
que el mayor riesgo de la obesidad no son los kilos sino sus consecuencias: “Lo verdaderamente grave es el problema de salud que
se genera debido a la cantidad de dolencias asociadas a la obesidad. Entre
ellas, enfermedades neurodegenerativas tan graves como el alzhéimer y numerosas
enfermedades cardiovasculares, responsables de la mayor parte de las muertes en
los países desarrollados”.
Los especialistas entienden que el estudio debe
dirigirse a entender mejor los factores implicados en el aumento de peso, como el
control del apetito y del gasto de energía, la distribución de los
macronutrientes -proteínas, grasas e hidratos de carbono- en la dieta y el uso
de nuevas moléculas bioactivas que ayuden a corregir los problemas del
metabolismo en personas que sufren obesidad y complicaciones similares.
Según la catedrática en Farmacología María
Javier Ramírez, “los tratamientos más
efectivos resultan de combinar dos fármacos: Fentermina y el Topiramato, y, en
segundo lugar, el Lorcaserin y el Bupropion/Naltrexone”, aunque no
todos están disponibles en España. Pero en cualquier caso, lo ideal sería
tratar la obesidad desde todos los frentes: el farmacológico, el genético y el
personal (hábitos alimentarios, ejercicio, enfermedades asociadas como diabetes
o hipertensión, etc.
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