(AZprensa) Esta imagen de la
NASA, tomada con el telescopio VLT (Very Large Telescope), nos muestra el débil
y efímero resplandor que emana de la nebulosa planetaria ESO 577-24 . Podemos
ver una gigantesca burbuja brillante de gas ionizado, el último aliento
exhalado por una estrella moribunda cuyos restos tras la explosión son visibles
en el centro de la imagen. Esta nube de gas está creciendo y expandiéndose
en el espacio al tiempo que va perdiendo su brillo hasta que dejemos de verla.
¿Cuánto dura este proceso? Muy poco, sólo 10.000 años, es decir, un suspiro en términos astronómicos.
La astronomía también es poesía y nos demuestra a diario la indignificancia de nuestro planeta y la fragilidad de toda nuestra existencia.
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