(AZprensa)
Parece mentira, pero con todo lo que se escribe sobre la exploración espacial
resulta que sólo hemos conseguido aterrizar en nueve cuerpos celestes, de los
cuales sólo dos son planetas (Marte y Venus) y dos son satélites (Luna y Titán);
en todos los demás casos (que han sido todos los planetas de nuestro sistema
solar, muchos de sus satélites, y algunos otros cuerpos celestes como
asteroides, etc.) nuestras sondas espaciales han tenido que contentarse con
orbitarlos más o menos cerca y desde allí tomar fotografías y recabar datos,
pero nunca aterrizar en ellos.
Cuando
hablamos de aterrizar nos referimos a que hemos conseguido que una sonda no
tripulada se pose en la superficie y transmita datos desde allí, no nos
referimos al hecho de que el ser humano haya puesto el pie en otro cuerpo
celeste, algo que sólo ha sucedido en el caso de nuestro satélite, la Luna, en
donde han aterrizado seis misiones tripuladas, aunque muchos opinan que
aquellos sólo fue un montaje propagandístico.
Pero,
con astronautas a bordo o sin ellos, repasemos cuáles han sido esos únicos
cinco cuerpos celestes en donde hemos podido aterrizar:
Luna.-
Incontables sondas espaciales se han posado sobre su superficie, aunque sólo
seis de ellas (Apolo 11, 12, 14, 15, 16 y 17) eran tripuladas y tocaron su
superficie entre 1960 y 1972. La última en tocar suelo lunar ha sido la
Chang’e-4 de China (en 2018) que –por cierto- ha levantado controversia al
mostrar un color del suelo (en todas las fotografías tanto de Chang’e-4 en la
cara oculta como anteriormente Chang’e-3 en la cara visible) muy diferente al
color del suelo que enviaron (en todas las fotografías, tanto antiguas como
recientes) las naves de Estados Unidos.
Marte.-
También han sido muy numerosas las naves no tripuladas que han conseguido
aterrizar en Marte y no sólo enviar datos e imágenes desde su superficie, sino
también recorrer muchos kilómetros tomando muestras y analizándolas.
Curiosamente, algunas de esas fotografías muestran un cielo de color azul como
el que observamos en la Tierra, aunque la mayor parte de las fotografías están
teñidas de rojo o bien se ofrecen al público en lo que la NASA llama “falso
color”. El último aterrizaje se produjo en 2018 y varias de ellas siguen
funcionando y enviando datos desde allí.
Venus.-
Esta es la historia de un largo fracaso. Sólo los rusos consiguieron aterrizar
allí con la sonda Venera 3 (que colapsó al tocar suelo y no pudo enviar ningún
dato) y unos años después con la sonda Venera 7 (en 1970) que, esta vez, sí
consiguió superar las temperaturas exteriores de 462ºC y una presión de su
atmósfera igual a la que se siente en nuestro planeta a 900 metros bajo el mar.
Pudo enviar algunas imágenes y datos pero sólo sobrevivió dos horas.
Titán.-
En este peculiar satélite de Saturno se posó en 2017 la nave Huygens y envió
imágenes durante su aterrizaje y desde el suelo. Se pudieron ver así lagos y
ríos de metano y una neblina de color naranja cubriendo la superficie.
67P.-
Este es el nombre dado a un cometa sobre el que se posó la sonda Rosetta en
2016 y envió datos y fotos de este cuerpo compuesto por hielo y polvo que viaja
por el espacio a 130.000 kilómetros por hora.
Como
podemos ver, una cosa es enviar naves al espacio para ver y estudiar los
cuerpos celestes y otra muy distinta conseguir aterrizar con éxito en ellos.
Desde que se inició la exploración espacial son incontables las naves lanzadas,
pero sólo en cinco cuerpos hemos conseguido tocar suelo con éxito: los planetas
Marte y Venus (en este último sólo en una ocasión), los satélites Luna y Titán
(en este último sólo en una ocasión), el cometa 67P (también en una única
ocasión), y los asteroides Itokawa, Ryugu, Eros y Bennu.
Respecto
a estos cuatro últimos cuerpos, los asteroides Itokawa, Ryugu, Eros y Bennu,
señalar que en 2001 la sonda Near consiguió aterrizar en Eros; en 2003 la sonda
Hayabusa aterrizó en Itokawa y consiguió traer muestras a la Tierra en 2010; y
finalmente en 2018 la nave Osiris-Rex aterrizó en Bennu y la sonda europea
Mascot, con el apoyo de la agencia espacial japonesa, aterrizó en Ryugu.
Ilustrando
este reportaje ofrecemos cinco imágenes que se tomaron desde el suelo de dichos
astros. De arriba abajo: Marte, Venus, Titán, Luna y 67P.
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