domingo, 20 de enero de 2019

Una muestra de polvo extraterrestre desconcierta a los científicos


(AZprensa) Muy poco se ha hablado de la misión japonesa Hayabusa-1 a pesar de ser la primera que ha conseguido traer muestras de la superficie de un asteroide hasta la Tierra en donde todavía están siendo analizadas ante el desconcierto de los científicos. Esta es su historia:

Hayabusa significa “Halcón” y con ella Japón consiguió ser el primer país en traer muestras de un asteroide hasta la Tierra y aterrizar no una, sino hasta dos veces, para recoger muestras de distintos lugares. Fue lanzada en el año 2003 y se posó sobre su superficie en el año 2005; siete años después de su lanzamiento, en 2010, regresó con éxito a la Tierra.

Itokawa (ver imagen inferior) es un minúsculo asteroide con forma de patata y unas dimensiones de 500 x 300 x 200 metros y un periodo orbital alrededor del Sol de 555 días. Su superficie es irregular y sin cráteres.

Su viaje estuvo lleno de contratiempos, como una enorme llamarada solar en noviembre de 2003 y la pérdida de dos de sus tres ruedas de reacción, a lo que había que sumar la minúscula gravedad del asteroide que impedía poner la nave en órbita. Sin embargo los responsables de la misión fueron capaces de maniobrar a distancia la nave y situarla en órbita heliocéntrica alrededor del asteroide mediante pequeñas igniciones propulsoras para estabilizar su posición.

Al carecer de cráteres y zonas llanas era muy difícil encontrar un buen lugar de aterrizaje, pero a pesar de ello el 20 de noviembre de 2005 se posó sobre su superficie durante media hora y el 25 de noviembre volvió a repetir la operación en otro lugar y tomar muestras.

La misión Hayabusa ha pasado prácticamente desapercibida para la opinión pública y eso que fue la primera que consiguió traer a la Tierra unas muestras de un asteroide, en concreto un kilo y medio de polvo y roca. Al analizarlos se ha descubierto que la composición es muy diferente a la esperada, conteniendo olivina, piroxeno, plagioclasa, ión sulfuro y otros minerales, con una proporción y composición que no se corresponde a ningún tipo de roca de las que se encuentran en nuestro planeta.

No obstante, la mayor sorpresa ha llegado al descubrir un grano de polvo (ver imagen superior) que muestra unas estructuras afiladas nunca antes vistas y que actualmente están siendo estudiadas en un laboratorio del Centro Europeo de Investigación y Tecnología Espacial de los Países Bajos; un sorprendente y desconcertante ejemplo de polvo extraterrestre.

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