(AZprensa) La red social Twitter se había convertido en
la más popular, dando la oportunidad a todos los ciudadanos de expresar e intercambiar
opiniones en libertad, pero…ya se sabe que la libertad es algo que detestan los
poderosos y uno de ellos, el multimillonario Elon Musk, decidió cargar su
escopeta (no con balas, sino con 44.000 millones de dólares) y disparó (compró)
a ese pájaro azul (su logotipo) que trinaba alegremente, y lo mató (le implantó
una brutal censura).
Eso que antes se llamaba Twitter, ahora se llama “X”, ya
que su dueño, amo y señor, es Elon Musk, propietario de la compañía que lo
compró en octubre de 2022: W Holdings Corp. Para empezar, despidió a miles de
empleados, implantó en esa red nuevos sistemas de Inteligencia Artificial para
manejarla a su gusto y que ninguna opinión que a él no le pareciese bien,
tuviese cabida en dicha red. También limitó muchas de las funcionalidades que
ofrecía esta red e implantó modalidades de pago, de tal forma que si sus
usuarios querían tener más repercusión deberían pagar una cuota. Tanto es así
que se jactó públicamente diciendo en abril de 2023 que “Twitter ya no existe”
y poco después, el 23 de julio de 2023 le implantó el logotipo “X”.
Pero lo peor de todo es que acabó con toda aquella libertad
de expresión que fuese ajena a sus intereses. Así, por ejemplo, la primera
organización de derechos humanos del mundo dedicada exclusivamente desde hace
dos décadas a la defensa de la libertad de expresión de los dibujantes, Cartoon Rights International Network (CRNI), ha decidido
abandonar esta red, denunciando y poniendo en evidencia la indignidad de su propietario:
“Los responsables de estas plataformas rara vez, o nunca, han protegido la verdadera
libertad de expresión. Tampoco se puede confiar en que apliquen con
imparcialidad sus propias normas y directrices. Desde hace tiempo es muy
evidente que a muchos titulares de cuentas que violan sistemáticamente las
políticas ‘X’ sobre contenidos de odio se les permite seguir publicando,
mientras que a quienes expresan opiniones políticas legítimas se les reprime”.
Y esto se puede compr9bar a diario no sólo en esta red,
sino también en otras como Facebook, en donde la publicidad engañosa (como paga
por sus publicaciones) tienen toda la difusión del mundo, mientras que aquellos
que aportan su propia opinión apoyada en datos y hechos concretos, pero que son
contrarios al pensamiento único globalista, son censurados e incluso difamados,
poniéndoles una etiqueta de “fake”.
No su puede opinar ni aportar datos, citas, pruebas, estudios
serios, opiniones de expertos de reconocido prestigio, etc., si eso contradice
el “pensamiento único” de la actual dictadura globalista. Si se opina (aunque
sea con argumentos de peso) en contra del cambio climático, del feminismo, del
negocio de las guerras, de las vacunas, etc… verás cómo te silencian. En cambio
podrás ver cómo se difunden con entera libertad opiniones disparatadas a favor
de esos postulados y cómo todo ello va rodeado de anuncios de compañías claramente
estafadoras (por ejemplo: remedios caseros que curan todas las enfermedades,
pequeños inventos de bricolaje, decoración, etc. que en realidad no sirven para
nada… Pero como estos pagan por difundirse en esa red y no contradicen las
opiniones globalistas, se les deja circular sin ningún tipo de censura.
Aquél pájaro azul de Twitter que nos trajo trinos de
alegría y libertad, ha muerto. Su lugar lo ocupa ahora una cruz, en forma
de “X” para que nos vayamos
acostumbrando a cómo vamos a estar marcados los borregos que debemos servir
fielmente a los nuevos dueños del mundo.
Como dicen en su despedida los de Cartoon Rights
International Network (CRNI), el nuevo Twitter (ahora llamado “X”) se ha
convertido en algo “inútil para aquellos que actúan de buena fe, y un refugio
para la desinformación desenfrenada y la invectiva venenosa”. Y lo mismo
podemos decir de Facebook.
Tú mismo puedes comprobar cómo apenas si ven comentarios
en contra del cambio climático, de las vacunas, del feminismo, de las guerras
que a ellos les interesan, etc. y si consigues ver algo de esto, en seguida
comprobarás como le ponen etiquetas de “fake”, se añaden comentarios ofensivos
contra sus autores, y no se aporta ni un solo argumento o prueba que rebata las
afirmaciones hechas.
Ya han “reseteado” al mundo actual, y todo comenzó así…
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