(AZprensa) Lene Marlin Pedersen (Tromsø, Noruega, 17 de
agosto de 1980) es una de las cantautoras más talentosas de la escena pop e
indie pop europea, cuya meteórica carrera en los años 90 y 2000 la convirtió en
un ícono de la música noruega. Con éxitos como “Unforgivable Sinner”, “Sitting
Down Here” y “Where I’m Headed”, Marlin conquistó las listas de éxitos
internacionales y vendió millones de discos. Sin embargo, en la cima de su
fama, decidió retirarse de los escenarios para llevar una vida normal, alejada
de los reflectores. Su historia es un testimonio de valentía, introspección y
la búsqueda de autenticidad en un mundo que idolatra la celebridad.
Un debut explosivo
La carrera de Lene Marlin comenzó de manera casi
fortuita. A los 17 años, mientras aún estaba en el instituto, un amigo envió
una maqueta de sus canciones a la NRK, la principal emisora de radio y
televisión de Noruega. Tres semanas después, Marlin firmaba un contrato con
Virgin Records. En 1998, su sencillo debut, “Unforgivable Sinner”, se convirtió
en el más vendido en la historia de Noruega, encabezando las listas durante
ocho semanas y formando parte de la banda sonora de la película Schpaaa. Este
éxito catapultó su primer álbum, “Playing My Game” (1999), que vendió más de
50.000 copias en tres días en Noruega y superó los 1,5 millones en Europa y
Japón. Canciones como “Sitting Down Here” (top 5 en el Reino Unido y Países
Bajos) y “Where I’m Headed” (top 5 en Francia e Italia) consolidaron su estatus
como una estrella internacional.
Marlin, con su estilo introspectivo y melódico, que
combinaba pop acústico con letras vulnerables sobre amor, pérdida y
autodescubrimiento, se ganó el reconocimiento de la crítica y el público. En
1999, arrasó en los Spellemannprisen (los Grammy noruegos), ganando cuatro premios:
Mejor Artista Pop Solista, Mejor Sencillo (“Sitting Down Here”), Mejor Artista
Revelación y Artista del Año, además del MTV Europe Award al Mejor Artista
Nórdico.
Una carrera en ascenso
Tras el éxito de Playing My Game, Marlin lanzó tres
álbumes más: “Another Day” (2003), “Lost in a Moment” (2005) y “Twist the Truth”
(2009). Cada uno mostró su evolución artística, desde el pop vibrante de sus
inicios hasta un sonido más “desenchufado” y maduro en su último disco. “Another
Day” incluyó el número uno en Noruega “You Weren’t There”, mientras que “Lost
in a Moment” destacó por su introspección y fue un éxito en Asia, con una
versión taiwanesa que incluía un cover de Faye Wong, “Still Here”. “Twist the
Truth”, grabado con artistas noruegos como Even “Magnet” Johansen, tuvo en
“Here We Are” el sencillo más radiado de Noruega en 2009.
Marlin también colaboró con artistas como Rihanna, para
quien coescribió “Good Girl Gone Bad” (2007), y con noruegos como Frida
Amundsen y Elin Gaustad, demostrando su versatilidad como compositora. En 2013,
participó en el reality musical Hver Gang Vi Møtes, donde interpretó versiones
de canciones de otros artistas noruegos, y lanzó el recopilatorio “Here We Are:
Historier så langt”, que incluía una versión acústica de “Unforgivable Sinner”.
La presión de la fama y el retiro
A pesar de su éxito, Marlin enfrentó dificultades
personales derivadas de la fama. En un ensayo publicado en 2014 en el diario
Aftenposten, reveló cómo la exposición pública a los 17 años la llevó a una
“colisión” con la celebridad, afectando su salud mental. “Puedes prepararte
todo lo que quieras, pero las cosas nunca salen como esperas. Enfrentarse al
público puede ser problemático a cualquier edad”, confesó. Su carácter reservado
y su deseo de crear música en un entorno tranquilo chocaban con las demandas de
la industria.
Tras “Twist the Truth” en 2009, Marlin comenzó a alejarse
de los escenarios. Aunque participó en proyectos esporádicos, como Hver Gang Vi
Møtes y colaboraciones como “Worth It” con Aleksander With (2017), su presencia
pública disminuyó. En entrevistas, expresó su deseo de llevar una vida normal,
lejos de la presión mediática. “Quería rodearme de paz y sosiego, para poder
trabajar sin interferencias, a mi manera”, dijo sobre la grabación de “Lost in
a Moment”, un reflejo de su necesidad de controlar su entorno creativo.
Para 2013, Marlin, entonces comprometida con el actor
noruego Kåre Conradi, priorizó su vida personal. Aunque no ha anunciado un
retiro oficial, su ausencia de nuevos lanzamientos desde “Here We Are:
Historier så langt” y su escasa actividad pública sugieren que eligió la
privacidad sobre la fama. En 2017, como mentora en The Voice Noruega, compartió
su experiencia con jóvenes artistas, enfatizando que el éxito no debe definirse
por la victoria, sino por la autenticidad.
Un legado de autenticidad
Lene Marlin, con solo cuatro álbumes, dejó una marca
imborrable en el pop europeo. Su música, caracterizada por melodías pegajosas y
letras que exploran la vulnerabilidad, resonó con millones de oyentes en
Noruega, Europa y Asia. Canciones como “Unforgivable Sinner” y “Sitting Down
Here” siguen siendo himnos de los 90, mientras que su trabajo como compositora
para otros artistas amplió su influencia.
Su decisión de retirarse en plena juventud, con apenas 33
años al lanzar su último recopilatorio, es un acto de valentía en una industria
que a menudo exige sacrificios personales. Marlin eligió vivir como “cualquier
persona no famosa”, priorizando su bienestar sobre la fama. Como escribió en
Aftenposten, sus canciones son su vida, y cada palabra que canta lleva su
verdad. Aunque los fans esperan un posible regreso, su legado ya es inmortal:
una voz que, en su brevedad, habló con una honestidad que trasciende el tiempo.
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
“Castidad & Rock and Roll”: https://www.amazon.es/dp/1694948803
“Fleeing into silence”: https://a.co/d/7SUfVb3

No hay comentarios:
Publicar un comentario