La campaña que asociaba visual y argumentalmente a Trentadil
con los trenes de alta velocidad, no se limitaba a la parte emocional sino
también racional. Por ello los folletos incluían una minuciosa argumentación,
en especial sobre todo lo que aportaba la nueva farmacocinética de la
bamifilina, lo cual podía resumirse así:
Una concentración sérica máxima alcanzable, tras la
administración oral, a los 45 minutos de la misma.
Una semivida de17,5 horas.
Un volumen de distribución próximo a los 1.000 litros.
Una obtención de estado de pseudo equilibrio entre las 6 y 8
horas.
Un nivel plasmático residual a las 12 horas de 40 ng/ml.
Además. La reiteración de las dosis de 600-900 mg (2-3
cápsulas) cada 12 horas, de acuerdo con las posibilidades que ofrecen estos
datos y con la investigación farmacológico-clínica, dan lugar a un nivel eficaz
permanente de 30 ng/ml.
Junto a ello se ha podido comprobar la existencia de tres
metabolitos (AC 119, AC 155, y AC 85) todo ellos activos, que originan niveles
plasmáticos elevados y superiores a los de la bamifilina per se entre la 5ª y
la 13ª hora y un nivel permanente obtenible a los tres días de su
administración cada 12 horas, siendo el más interesante, por su mayor actividad
y prolongación, el AC 119...
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