El lanzamiento de Colpotrofín ) promestrieno) supuso llenar
un vacío en terapéutica ginecológica y así lo representamos en el segundo
folleto de la campaña. Este producto, concebido para la administración local,
restablece el equilibrio trófico de las mucosas cervical, vaginal y vulvar, en
circunstancias en las que los estrógenos no pueden asegurar la protección
anatómica y biológica de la vagina (tratamientos anovulatorios, menopausia,
castración...).
Su fórmula se diferencia del estradiol por la presencia de
una función éter (metilo) en posición 17B y por una segunda función éter
(propilo) en posición 3. y gracias a ello actúa única y exclusivamente a nivel
local.
Contrariamente a lo que ocurre con cualquier estrógeno
clásico hormonalmente activo, Colpotrofín, aplicado sobre las mucosas
genitales, se libera en forma de metabolitos biológicamente inactivos y como
derivados activos pero en cantidades que se encuentran siempre por debajo de
los límites de sensibilidad de los receptores hormonales y de los métodos de dosificación.
En definitiva, sus efectos tróficos no se acompañan de
manifestaciones estrógenas a nivel de los receptores específicos (endometrio,
moco cervical, útero, mamas, hipófisis) e interesan lo mismo al tracto genital
inferior que a los tejidos extragenitales (periné, músculos y tejidos
adyacentes).
En la fotografía de la portada de este folleto para la
visita médica se puede apreciar cómo la fórmula del promestrieno es justo la
que se necesita para llenar ese hueco...
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