Había que representar la sensación de ahogo que padecen
aquellas personas con diseña, asma, bronquitis... y por ello elegí esta imagen
en donde una quesera de cristal tapa la cara de una paciente. Esta imagen fue
muy útil para captar la atención del médico y permitir al visitador médico que
explicara las características de este nuevo producto con el que se había
conseguido superar a todo un clásico como era la teofilina y sus derivados.
Trentadil (bamifilina) era útil tanto en el adulto como en el niño y ofrecía una amplia gama de
presentaciones (cápsulas, supositorios y ampollas inyectables por vía
intramuscular o intravenosa). Destacábamos su utilidad en las afecciones
disneizantes (bronquitis asmatiforme, asma, dificultad respiratoria), enfermedad
asmática, y reducción del broncoespasmo en las bronconeumopatías agudas
–infecciosas o crónicas- tales como bronquitis crónica, enfisema...
Recetar Trentadil era como liberar al paciente de esa
campana de cristal que le impide respirar...
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