Al igual que un metrónomo, también un reloj de péndulo (con
una vibración en el mismo) podía dar idea de las arritmias, mientras que el
fondo nocturno nos situaba en las horas nocturnas, las más difíciles para
controlar la arritmia. Así lo preparé en este nuevo folleto para presentar
Fiborán (aprindina), destacando ya en portada lo más importante que se iba a
presentar al médico en esa visita (algo así como el avance de titulares que
actualmente se hace al comienzo de los telediarios). En este caso concreto
hablábamos de las ventajas de los antiarrítmicos clásicos reunidas en un solo
principio activo, el cual se administraba mediante una sola cápsula cada 24
horas, constituyendo el tratamiento global de las arritmias ventriculares y
supraventriculares.
Sobre la aprindina cabe decir que tiene una acción de tipo
quinidínico; sin embargo, a dosis moderadas, su acción a nivel de las fibras
musculares ventriculares es semejante a la de la lidocaína, debido a que no
alarga el periodo refractario efectivo ventricular.
Finalmente, y a nivel de tolerancia cardiaca, se destacaba que no ejercía acción desfavorable sobre la contractilidad no sobre la conducción ni sobre la tensión arterial...
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