Según el código deontológico de la
industria farmacéutica en Estados Unidos, los laboratorios farmacéuticos en aquél
país tienen prohibido hacer cualquier tipo de regalo a los médicos, como por
ejemplo, bolígrafos, pisapapeles, libretitas de post-it, etc.
Por lo tanto, esta prohibición parecería
indicar que cualquier médico norteamericano es tan fácilmente “sobornable” que
por un simple bolígrafo sería capaz de cambiar el tratamiento de un paciente,
recetando el promocionado por tan “generoso” laboratorio.
Y para confundirme aún más, leo a continuación
que según dicho código, no se impide a los laboratorios seguir invitando a
comer a los médicos de Estados Unidos. Es decir, según ese código deontológico un
bolígrafo es capaz de comprar una voluntad y hacer cambiar un tratamiento, pero
una comida no. ¿Hay quien lo entienda?...
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