Conducir a 120 kilómetros por hora con una mala visión multiplica por 10
el riesgo de sufrir un accidente de tráfico, por lo que es necesario someterse
a una revisión visual completa antes de coger el coche.
Según indicó el presidente de la asociación, Javier Cañamero, "un
25,7 por ciento de los españoles entre 18 y 30 años nunca se ha hecho un examen
visual". En este sentido, destacó que "la visión dinámica se ve
obligada a adaptarse a un entorno rápidamente cambiante como consecuencia de la
elevada velocidad", por lo que advirtió de que la presencia de un problema
visual no compensado puede tener consecuencias "desastrosas".
Por otra parte, la asociación recuerda que la proporción de accidentes
mortales crece notablemente durante la noche, donde se producen situaciones en
que la carencia de iluminación llega a una proporción que multiplica por 4,5 la
correspondiente a horas diurnas. Los expertos señalaron que La agudeza visual
en visión nocturna se reduce un 70 por ciento, y el sentido de la profundidad
es 7 veces menos eficaz por la noche que durante el día.
La asociación destacó que, debido a que el intervalo de tiempo
transcurrido desde la percepción del acontecimiento hasta la respuesta motora
debe ser el mínimo posible -la transmisión de las imágenes obtenidas por los
ojos al cerebro suele tardar de 1 a 2 segundos, depende de cada persona-, es
esencial que la agudeza visual del conductor sea la mejor posible.
Cañamero subrayó que "muchos conductores, con problemas en el
cálculo de distancias, pueden presentar trastornos en este sentido que pasan desapercibidos
porque no son tan evidentes como los problemas ópticos".
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