La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva, membrana
transparente que contiene vasos sanguíneos y que recubre toda la parte anterior
del globo ocular exceptuando la córnea. Las causas de la conjuntivitis pueden
ser múltiples: infecciones, alergias, respuestas inmunológicas, agresiones por
agentes físicos o químicos (sal, cloro...). Asimismo, su tratamiento y
recuperación dependerá de la causa que la provoca.
Los síntomas de la conjuntivitis más frecuentes son: enrojecimiento del
ojo, sensación de tener un cuerpo extraño, picor o escozor, secreción ocular,
sensibilidad a la luz...
Las conjuntivitis infecciosas agudas son las que más se padecen. Estas
conjuntivitis son producidas por virus o bacterias, éstas últimas provocan que
el ojo descargue durante la noche una mucosa amarilla o verde que puede llegar
a pegar las pestañas. La conjuntivitis bacteriana suelen curarse en 2-3 semanas
y las víricas alrededor de un mes. El tratamiento recetado consiste en la
aplicación de colirios antibióticos o pomadas antibacterianas.
En algunos casos, la conjuntivitis puede provocar una pérdida de visión
pasajera pero si llega afectar a la córnea puede convertirse en crónica. Ante
cualquier síntoma del ojo, acudir al especialista y en ningún caso utilizar
colirios por su cuenta.
En verano es muy frecuente la aparición de la conjuntivitis debido a
factores que rodean a esta estación:
· Aire acondicionado ya que produce un aumento de la evaporación de
la lágrima por lo que disminuye la protección de la conjuntiva e incluso
sequedad ocular.
· Los rayos solares pueden producir un tipo de
conjuntivitis llamada actínica. Nunca se debe mirar al sol (puede producir
queratoconjuntivitis y lesiones retinianas). En caso de estar expuesto a un
largo tiempo, se recomienda utilizar gafas de sol con filtros ultravioletas.
· El agua puede llevar agentes infecciosos.
Asimismo, el mar por su cantidad de sal (mayor que en la lágrima) tiene un
componente irritante y el agua clorada tiene un efecto tóxico sobre la conjuntiva.
· Si
usa lentes de contacto, debe tener un mayor cuidado ya que son cuerpos extraños
que se contaminan fácilmente y como se apoyan sobre la córnea pueden producir
infecciones corneales (Ej: queratitis). Se recomienda no bañarse en el mar o
piscinas con ellas y, si se hace, no abrir los ojos dentro del agua ya que las
lentes de contacto pueden infectarse.
La conjuntivitis puede ser muy contagiosa, en caso de padecerla es
importante que siga los siguientes consejos:
· Lavarse
las manos con jabón aséptico.
· Utilizar
toallas de papel.
· Limpiar
suavemente los fluidos que salen del ojo.
· Para
calmar el escozor o picor: utilizar compresas de agua fría o tibia
· No
maquillarse y ni utilizar lentes de contacto.
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