(AZprensa) Aunque la participación en las elecciones del
Colegio de Médicos de Madrid ha sido tan desoladora como es habitual en este
tipo de citas (sólo ha votado el 19 por ciento) en esta ocasión ha ganado la
candidatura de los denominados “indignados” encabezada por el Miguel Angel
Sánchez Chillón, el cual ha batido a los otros tres aspirantes: los históricos
en estas lides, Guillermo Sierra y Juan Abarca, y Ana Isabel Sánchez Atrio.
El nuevo presidente
se ha mostrado siempre crítico con las anteriores Juntas Directivos, asegurando
que está dispuesto a “acabar con las
injerencias del sector privado en el ente colegial”. Como muestra de su
carácter rompedor y regenerador del vida colegial, traemos aquí algunas de sus
declaraciones. En este sentido ha dicho que lo primero que va a hacer es “una auditoría de cuánto hay realmente en la
sede de la calle Santa Isabel y cuánto en la empresa que tiene todos los
contratos y contratas. Eso y luchar contra la desafección” ya que, según ha
dejado bien claro, “nuestra candidatura está formada por médicos con un
historial de trabajo en organizaciones o movimientos asociativos que, ante el
deterioro de la imagen del Colegio y su función, nos revelamos. Presentamos un
proyecto basado en la transparencia de gestión que acabe con las injerencias
del sector privado en la casa de los médicos madrileños”.
Tal como reconoce, “el problema concreto del
Colegio está en las empresas con ánimo de lucro que, con la coartada de dar servicio a
la colegiación, organizan servicios poco rentables, nada eficientes y
difícilmente justificables. Desde hace décadas, rige la corporación la
candidatura que es financiada por la misma empresa y que, mediante otras
satélites tienen todos los contratos y contratas que se firman con el Colegio”.
Y es que el Colegio de Médicos de Madrid
siempre ha sido un plato apetecible: 41.000 médicos y nueve millones de euros
de presupuesto. Por eso se entiende el interés de empresas ajenas por
controlarlo, haciendo de él algo ajeno a la profesión. Como explica el nuevo
presidente: “La poca participación es consecuencia de lo poco atractivo que es
el Colegio de Médicos de Madrid para sus miembros. Todos lo vemos como una tasa que hay que pagar para ejercer,
los médicos se desentienden de él y los intereses empresariales aprovechan ese
vacío para exprimirlo económicamente y generar más desafección. Hemos
demostrado nuestro compromiso, independencia y sabemos cómo se puede enderezar
el rumbo”.
Parece, pues, que la
hora del cambio ha llegado también al Colegio de Médicos de Madrid.
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