(AZprensa) En las últimas semanas se está hablando mucho del virus Zika
y se está creando una excesiva alarma entre la población, por lo que algunos
expertos como el Dr. Antonio Requena, director Médico de IVI, han salido al
paso diciendo que “la vinculación entre microcefalia infantil y el virus Zika
aún no ha sido confirmada, aunque es cierto que las sospechas son muy
importantes” y resolviendo algunas de las dudas más frecuentes que se plantean respecto
a este problema sanitario:
Síntomas, diagnóstico y tratamiento del virus Zika
El virus Zika tiene un tiempo de incubación de unos 14 días desde que
se produce la picadura del mosquito –única vía confirmada de transmisión del
mismo-. A partir de entonces, en el caso de desarrollar la enfermedad, las
personas afectadas pueden experimentar síntomas comunes como fiebre leve,
erupciones cutáneas, conjuntivitis, dolores musculares o articulares y malestar
general –empieza a manifestarse entre dos y siete días después de la picadura
de un mosquito infectado-.
Solo una de cada cuatro personas infectadas desarrolla los síntomas de
la enfermedad, que tiene unos efectos leves y de corta duración –no más de una
semana- para quienes la experimentan.
El diagnóstico del Zika se realiza mediante análisis de sangre, a
través del PCR (reacción en cadena de la polimerasa), y a día de hoy, no
existen medicamentos o vacunas para luchar contra la enfermedad. Se recomienda
reposo, hidratación, y paracetamol para el control de la fiebre.
Zika y embarazo
Aunque hay evidencias de la relación entre infección por el virus en
mujeres embarazadas y la aparición de microcefalia en sus recién nacidos, no se
conoce con certeza la forma en que se produce la afectación del feto ni la incidencia
de esta malformación en pacientes que han contraído la enfermedad.
Las mujeres embarazadas o aquellas en edad reproductiva con deseos de
gestación deben tener especial precaución para evitar la picadura de estos
mosquitos –especialmente aquellas que viven en las áreas afectadas-, siguiendo
algunas recomendaciones, como evitar viajar a los países de América Latina en
alerta, sobre todo, a Brasil, Puerto Rico y Colombia, y protegerse de las
picaduras de insectos (horarios y lugares con mayor presencia de mosquitos,
vestimenta, repelentes…)
No hay evidencias de que la infección por el virus Zika plantee riesgo
de defectos de nacimiento en embarazos futuros. Por ello, los bebés concebidos
una vez superada la enfermedad se encontrarían fuera del riesgo de infección
fetal por el virus.
Áreas afectadas, velocidad de propagación y virulencia
El brote, por el momento, está localizado en América Latina, y alcanza
áreas de gran densidad de población con una amplia presencia de moquitos Aedes aegypti, causantes de
esta infección –además del Dengue, la fiebre amarilla y el virus chikungunya-.
Por el momento, Europa solo ha reportado algunos casos aislados de
viajeros que visitaron zonas de transmisión activa del virus de Latinoamérica,
pero se sabe que éste circula por África, América, Asia y el Pacífico.
Su rápida propagación se debe a que se trata de un virus nuevo para
América, por lo que toda la población es susceptible de contraerlo, ya que no
ha sido expuesta previamente. A ello se suma el hecho de que este mosquito
tiene una amplia presencia en el continente, debido a las condiciones de clima,
temperatura y humedad de los países tropicales como este.
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