(AZprensa) La epilepsia es una enfermedad crónica del sistema nervioso
que se caracteriza por alteraciones leves del estado de conciencia, movimientos
involuntarios, sensaciones, pensamientos o emociones anormales, perdidas de
conciencia completa o convulsiones generalizadas y que puede afectar a
cualquier persona, indistintamente del sexo, la edad o la raza. Según el
reciente estudio EPIBERIA, realizado por la Sociedad Española de Neurología
(SEN) sobre la prevalencia de la epilepsia en España, unas 578.000 personas en
España sufrirán la enfermedad a lo largo de su vida y 225.000 personas han
padecido crisis epilépticas en los últimos 5 años. Cada año se detectan entre
12.400 y 22.000 nuevos casos.
La epilepsia es una enfermedad que puede tener un diagnóstico difícil y
que puede retrasarse en el tiempo dependiendo de la evolución de la enfermedad.
Hasta el 25% de las crisis pasan inadvertidas a los pacientes y familiares y,
se cree que hasta en el 20% de los pacientes con crisis incontroladas existen
errores diagnósticos. El retraso en el diagnóstico de la epilepsia puede
alcanzar los 10 años.
La epilepsia es la segunda causa de consulta ambulatoria neurológica
después de las cefaleas, la segunda causa de atención neurológica en
urgencias después del ictus y la tercera causa neurológica de hospitalización,
tanto por las crisis epilépticas como por los accidentes derivados de éstas.
Según señala el Dr. Juan Mercadé. “Así pues es importante recordar que una crisis epiléptica
por lo general no es peligrosa, por lo que si alguien de nuestro alrededor
sufre una crisis debemos mantener la calma eliminando los objetos cercanos que
pueda dañarle, que nunca debemos introducir ningún objeto en la boca y que tras
la crisis, debemos dejar al paciente descansar. Solo es necesario acudir a
urgencias si la crisis se prolonga más de cinco minutos, si el paciente tiene
crisis repetitivas o si ha sufrido alguna lesión importante durante las
mismas”.
Aunque la epilepsia no tenga cura, existen tratamientos muy eficaces
para disminuir o incluso detener las crisis. “Actualmente el 75% de los pacientes con epilepsia son capaces de
controlar sus crisis con la medicación que existe en la actualidad, pero existe
aún un porcentaje bastante alto de personas con epilepsia fármacorresistente,
que no responden bien a estos y pueden precisar de otras terapias, como la
cirugía o procedimientos paliativos”, comenta el Dr. Juan Mercadé. La
cirugía es la principal alternativa cuando fallan los fármacos y puede llegar a
lograr una curación en casos bien seleccionados. Aunque no todos los pacientes
farmacorresistentes son candidatos a la cirugía. Actualmente en España se
realizan ya unas 200 intervenciones anuales y entre el 55-85% de los pacientes
consiguen buenos resultados. Con un control adecuado de la enfermedad, y a
pesar de que puede generar algunas limitaciones, por lo general los pacientes
pueden llevar una vida plena y activa.
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