(AZprensa) Uno de los campos más innovadores de la
investigación farmacéutica es el que aborda la inhibición de las enzimas
implicadas en las respuestas a diversos tipos de daños del ADN. Los inhibidores
de reparación del ADN tienen el potencial de destruir las células del cáncer,
bien como tratamiento autónomo o bien mejorando la eficacia de la quimioterapia
y radioterapia.
Un ejemplo de esto serían los compuestos capaces de inhibir
la enzima poli-ADP-ribosa polimerasa (PARP). La PARP es una enzima de
señalización clave implicada en el desencadenamiento de la reparación del daño
del ADN de cadena simple o monocatenario. La inhibición de la PARP destruye selectivamente
las células tumorales que carecen de la ruta de recombinación homóloga (RH) de
reparación del ADN sin afectar a las células normales.
Los defectos conocidos de la reparación RH incluyen las
mutaciones hereditarias bien caracterizadas BRCA1 y BRCA2 del cáncer de mama y
de ovarios para las cuales hay pruebas diagnósticas disponibles.
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