(AZprensa) En los últimos años ha cobrado vigencia una
realidad largo tiempo conocida por los expertos en Flebología y Cirugía
Vascular: la aparición de trombosis venosas profundas (TVP) asociadas a los
viajes de larga distancia. Es lo que se denomina “trombosis del viajero”. Ahora
que comienzan a prepararse los viajes estivales, el fantasma de esta patología
planea sobre los viajeros…
El también conocido como Síndrome
de la Clase Turista es una patología venosa asociada
a los viajes que está reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS)
como riesgo global para la salud, con manifestaciones que varían desde
molestias leves como edema, entumecimiento, hormigueo en miembros y cansancio
en general, hasta otras más graves (trombosis venosa profunda y embolia
pulmonar) que incluso pueden provocar la muerte. ¿Es posible prevenir esto?
Para el doctor Fidel Fernández, “entre las causas de este
tipo de patología destacan la inmovilidad prolongada, compresión venosa por sedestación
y alteraciones de la coagulación en relación con condiciones de presurización
de cabina”, señala el experto. En cuanto a su aparición, “no es exclusiva de
los pasajeros que viajan en clase turista; puede aparecer en cualquier clase,
ya que está más bien relacionado con las condiciones de la cabina (baja presión
atmosférica, baja presión de oxígeno, baja humedad relativa…) y sobre todo con
la limitación prolongada de la movilidad y las alteraciones, conocidas
previamente o no, de la coagulación”, añade el conferenciante.
Este padecimiento afecta al 3% de los viajeros sanos que
realizan vuelos de más de 4 horas de duración, lo que significa 1 de cada 6.000
viajeros sanos. A ellos hay que sumar una proporción considerable de personas
con patologías o con mayor riesgo de sufrir problemas de obstrucción venosa
tales como obesos, mujeres embarazadas, enfermos crónicos del corazón,
pacientes tumorales y diabéticos. Por otra parte, uno de cada cinco pasajeros
de un avión padece una hinchazón de piernas sin que ello suponga la existencia
de dicha trombosis.
El caso de Heathrow
“Desde los años sesenta existen comunicaciones médicas que
registran cuadros de trombosis tras los viajes transoceánicos. Ya en los años
setenta se acuñaron términos tales como trombosis del viajero, economy
class o síndrome de la clase turista. Todo ello cobró importancia
mediática con el fallecimiento de una joven galesa de 28 años, Emma
Christofferson, que sufrió una embolia pulmonar masiva al llegar a Heathrow
mientras esperaba sus maletas tras un vuelo desde Australia. No es, por tanto,
un fenómeno nuevo”, precisa José Román Escudero, presidente del Capítulo
Español de Flebología. Además, “dos vicepresidentes de EE. UU., Dan Qualey y
Dick Cheney, también han sufrido esta enfermedad volviendo de Asia en viajes de
trabajo”, añade Fernández.
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