(AZprensa) Traemos a nuestras páginas este artículo que el Dr. Gaspar García, director del Área de Educación
para la salud del Colegio de Médicos de Málaga, me hizo llegar hace unos años
para su divulgación y que, como puede apreciarse, no ha perdido un ápice de
actualidad.
LA DIETA DE LA MITAD (Esta sí que es una dieta milagro)
El deseo de lucir un cuerpo bonito en el verano puede llevar
a algunas personas a acudir a las famosas “dietas milagro” o a restringir los
alimentos de forma drástica (dieta del pomelo, etc.). La tan nombrada en los
medios de publicidad “operación bikini” puede hacer que muchas mujeres, en
especial jóvenes y adolescentes se obsesionen en adelgazar rápidamente, y, sin
acudir a ningún tipo de profesionales alteren completamente su hábitos alimenticios,
no tomando en cuenta las posibles repercusiones.
En personas sanas y estables hacer una breve dieta o
depuración a base de frutas de una o dos semanas puede no tener consecuencias
negativas, incluso llegar a ser beneficioso. Pero cuando en ciertas personas
existen de base unos factores de vulnerabilidad como son la baja autoestima, la
obsesión por un cuerpo delgado, el perfeccionismo, la auto exigencia extrema,
desequilibrios emocionales y conflictos familiares, etc., realizar dietas
adelgazantes con la consecuente pérdida de peso puede llegar a desencadenar la
aparición de importantes trastornos alimentarios.
El efecto rebote. La AEDN (Asociación Española de
Dietistas-Nutricionistas) se ha mostrado muy contundente afirmando que el 95%
de las personas que pierden peso de forma rápida mediante la famosas “dietas
milagro” vuelven a recuperar su peso debido al efecto rebote o yo-yo. En este
tipo de dietas se suelen restringir determinados alimentos que son esenciales
para el correcto funcionamiento del organismo. Generalmente son ricas en
proteínas de origen animal y grasas saturadas, presentando grandes carencias de
vitaminas y minerales. Estas dietas favorecen la pérdida de peso a expensas de
la masa magra corporal, líquidos, reservas de glucógeno y en un muy pequeño
porcentaje de gras, que sería lo más necesario.
Según los especialistas las razones principales por las que
se produce el efecto rebote es por la necesidad de una sobre ingesta para
compensar el anterior periodo de restricción. Además para contrarrestar la
deficiencia energética que existe durante la época restrictiva, el organismo
reduce su metabolismo para gastar menos. Cuando la dieta finaliza, la mayor
lentitud metabólica hará que los alimentos nos engorden más, y una buena parte
de ese peso recuperado se almacenará en forma de grasa corporal.
Si queremos perder peso de forma efectiva y saludable lo
mejor es seguir bajo la supervisión del médico o especialista una dieta a medio
y largo plazo, que sea rica y variada, restringiendo la energía que se ingiere
en las comidas de forma adaptada a la composición corporal y al metabolismo. Un
deportista requerirá de unas necesidades nutricionales diferentes a las que
pueda necesitar una persona más sedentaria. La dieta debe ser personificada. A
lo largo de las diferentes etapas de la ida vamos necesitando en mayor o menor
medida de determinados elementos nutricionales para mantenernos en el peso
adecuado para mantener una buena salud.
La dieta de la mitad. Habiendo dicho todo esto en contra de
las Dietas Milagros, si debo confesar que hay una en la que de verdad creo: La
Dieta de la Mitad. La verdadera dieta milagro: comer la mitad de lo que
normalmente comemos. Para empezar lo primero que debe hacer, durante tres o
cuatro días, incluso una semana, es llevar siempre con usted una pequeña
libreta en la cual deberá anotar todo que coma o beba, a qué hora lo hace y en
qué cantidad. Una vez escrito en el papel será muy sencillo darse cuenta la
cantidad de alimentos que ingerimos y ese es el primer paso para… reducirlo a
la mitad. Si tomó un potaje de garbanzos con el plato lleno… pues ahora tendrá
que servirse medio plato; si tomó dos filetes de bacalao con tomate, ahora
tendrá que tomar uno y con la mitad de salsa; y si tomó dos copas de vino con
la comida o con los amigos ahora tendrá que tomar sólo una. Si usted desea
eliminar el sobrepeso de una forma efectiva, no haga trampa. De todo cuanto
usted ingiera diariamente, ahora tome sólo la mitad. Excepto agua natural sin
gas que podrá tomar toda cuanto desee.
Es importante asegurarse de tomar las proporciones adecuadas
de las diferentes clases de alimentos: 15-18% de proteínas, alrededor de 55% de
Hidratos de carbono, 25-30% de grasa de origen vegetal.
Organizar los horarios de las comidas. Orden y rutina. Los
expertos aconsejan comer cinco veces al día. No se trata de aumentar las
calorías sino de repartirlas adecuadamente. Un desayuno completo, alguna fruta
o frutos secos a media mañana, un buen almuerzo que incluya vegetales, pequeña
merienda que incluya alguna fruta y nueces y por último una cena ligera, y de
seguir la regla de “Cinco al Día”, que consiste en tomar dos o tres frutas al
día, así como tres raciones de vegetales por lo menos.
Pero no sólo una buena dieta nos va a ayudar a perder peso,
sino también el ejercicio regular y seguir toda una serie de consejos para
modificar poco a poco y de forma positiva nuestro estilo de vida.
Cuerpo delgado no es sinónimo de belleza ni de salud. Cada
persona tiene un peso ideal de acuerdo a su constitución. Para alcanzarlo hay
que ser paciente y persistente, haciendo día a día esos pequeños cambios en
nuestros hábitos que nos van a llevar a tener una vida más sana y feliz.
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