(AZprensa) ¿Se puede
ser zurdo por un día? Pues la anterior reina de España, Sofía, fue zurda por un
día y yo fui testigo de ello… claro que fue zurda sin quererlo. Esta es la
curiosa anécdota:
Se había
inaugurado no hacía mucho tiempo el nuevo edificio de oficinas del grupo
Imperial Chemical Industries (ICI) en España. Un precioso edificio de oficinas
situado en Hospitalet, muy cerca del aeropuerto de Barcelona, que acogía a la
plana mayor de este coloso de la química industrial que era ICI abarcando
sectores tan importantes y dispares como las fibras de nylon, derivados
plásticos para multitud de usos, colorantes, medicamentos, agroquímicos,
semillas… Para que te hagas una ideas te diré que en aquellos años tú mismo
vivías rodeado de productos ICI: Seguramente tenías un anorak cuyas fibras eran
de “Terylene” o simplemente el nylon de las medias, o el tinte azul de los
vaqueros (color “índigo” inventado por ICI), o el caucho de las pelotas de
tenis, o los derivados plásticos de las cintas de vídeo, o algunos de los
componentes plásticos de las carrocerías de tu coche, o las botellas de
refrescos o envases de yogures fabricados con plástico biodegradable “PET”
inventado por ICI, o productos de huerta nacidos de semillas de esta compañía y
defendidos de las plagas con los agroquímicos de la misma, o medicamentos para
muchas enfermedades, o cuero de cinturones y chaquetas de piel curtidos con
productos ICI, o pinturas y barnices de las paredes y el parquet de tu casa… en
fin, la lista la podríamos hacer interminable porque ICI era la principal
compañía de agroquímicos del mundo y sus productos estaban absolutamente en
todos los rincones de nuestra vida cotidiana.
Pues bien,
volviendo a la historia que os quiero contar, en aquél nuevo edificio estaban
las oficinas centrales de lo que se llamaba ICI Holding Spain, la cabecera que
agrupaba a todas esas empresas del grupo en España. Desde allí, y para tener
informados a los empleados, se editaba trimestralmente una revista a todo color
(llamada precisamente "NOTICIAS" para que el nombre de
"ICI" apareciese destacado en el propio nombre de la revista) en
donde tenían cabida reportajes e informaciones relativas a las actividades de
las empresas del grupo.
La visita de
la reina Sofía era un acontecimiento de primera magnitud y como tal debía
quedar reflejado en la revista. Todos se esmeraron en engalanar las oficinas:
banderas de ICI y de España a la entrada del edificio, sala de reuniones
perfectamente arreglada, libro de firmas de personajes ilustres dispuesto allí
a la entrada… y por supuesto, todos los directivos deseosos de saludar
personalmente a la reina y salir en alguna foto junto a ella.
Cuando la
reina llegó, todos los directivos formaron fila, sacando pecho y amplia
sonrisa, esperando su turno para saludarla, y ella muy cortésmente fue dando la
mano a cada uno de ellos compartiendo igualmente sonrisas. De ahí se pasó a un
recorrido por las instalaciones, la firma en el libro de visitas, y las
explicaciones pertinentes de todo lo que hacía este grupo de empresas. Cada uno
de estos pasos fue fotografiado fielmente por un fotógrafo profesional
contratado al efecto.
Una vez
finalizada la visita, y al cabo de unos días, se reunió el pequeño comité de
redacción de la revista para elegir las fotografías que debían ilustrar el
reportaje de esta visita, el cual acapararía –por supuesto- la portada y las
primeras páginas. A la vista de todas esas fotos, se eligió una que mostraba la
llegada de la reina al edificio y no una cualquiera, sino esa en donde la reina
saludaba al presidente del grupo. Era una foto preciosa, en donde se veía
perfectamente a la reina, al presidente, y a alguno de los otros directivos… y
además al fondo ondeaba sobre un cielo azul radiante una de las grandes
banderas con el logotipo de “ICI”.
Pero, de
repente, un escalofrío recorrió la frente y las axilas del responsable de la
revista: un fallo con el que no habían contado. Justo en el momento en que se
tomaba esta fotografía, el viento soplaba en dirección contraria, había dado la
vuelta a la bandera de “ICI” y el logotipo se veía al revés, es decir, con la
“C” apuntando en sentido contrario.
“¡Oh, no,
esto no puede ser!”, exclamó el responsable de la revista. “¿Qué pensarán en
central cuando vean el logotipo al revés?, añadió. Revisaron de inmediato todas
las fotografías, pero esa era la mejor y no había otra de similares
características en donde se viera correctamente el logotipo… salvo que… se le
diese la vuelta a la fotografía. En este caso, el logotipo se vería
correctamente y por lo demás, daba igual que la fila de directivos estuviese
situada a la derecha de la fotografía o a la izquierda.
Y así salió
la revista, y se distribuyó a todos los empleados, clientes y proveedores. Sólo
entonces, cuando la revista ya se había repartido se dieron cuenta de un
pequeño detalle que les había pasado desapercibido: al dar la vuelta a la
fotografía para que el logotipo de “ICI” se viera del derecho, todos los
personajes (la reina y los directivos) estaban lógicamente del revés (como
cuando te miras en un espejo) y la reina estaba dando al presidente su
mano…izquierda.
Fue así como
la reina Sofía fue zurda por un día, sin proponérselo.
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