El ecologismo del absurdo

(AZprensa) Tanto nos están machacando con lo del ecologismo, cambio climático, contaminación, emisiones cero, coches eléctricos, etc., que con demasiada frecuencia caemos en la implantación de medidas absurdas. Hoy os voy a presentar una de ellas…
 
Como todos sabéis, algunas grandes ciudades –como Madrid- ha delimitado su zona central para que sólo sea accesible a coches eléctricos o híbridos, a fin de reducir la contaminación en esas áreas ya de por sí, bastante castigadas por la contaminación del tráfico. Se han puesto pegatinas en los coches con el nivel de contaminación de cada uno de ellos y los políticos se han vanagloriado de haber implantado en estas grandes ciudades su "zona de bajas emisiones”.
 
Y claro, si lo han hecho los alcaldes de grandes ciudades “¿por qué no lo voy a hacer yo también?”. Esto es lo que ha debido pensar el alcalde de Tres Cantos, uno de los municipios más prósperos de la Comunidad de Madrid, que –dicho sea de paso- también se distingue por ser uno de los pueblos con más árboles y zonas verdes por habitante, de toda Europa.
 
Como este alcalde quería tener también su “zona de bajas emisiones” ha decretado que la calle principal del pueblo sea esa “zona de bajas emisiones” y por lo tanto sólo puedan circular por esa calle los coches poco contaminantes. Por el resto del pueblo sí que pueden circular todos los coches, de la clase que sean, pero en esa calle sólo podrán hacerlo los coches eléctricos o híbridos.
 
Tranquilo, que aún hay más. Porque resulta que esta medida sólo afectará a los que vengan de fuera, no a los que estén empadronados en el pueblo. Es decir, los que vivan en Tres Cantos podrán circular con sus coches, del tipo que sea, por esa calle “ecológica”, pero los que no residan allí no podrán hacerlo sino que tendrán que circular por el resto de calles del pueblo.
 
Vamos a ver, que yo me entere:
 
¿Es que uno de los pueblos más verdes de toda Europa, al pie de las montañas, con el aire más sano de la región, tiene problemas de contaminación? ¡Claro que no! ¡Esta medida sólo se implanta para subirse al carro de la moda!
 
¿Es que si circulan coches que no sean ECO o híbridos por esa única calle va a descender el nivel de “contaminación”? ¡Pero si les están dejando circular por todas las demás calles del pueblo, incluso las calles adyacentes a esa calle principal!
 
Resulta que los que viven allí sí pueden circular por esa calle con sus coches contaminantes pero los de fuera no. ¿No se han dado cuenta que la inmensa mayoría de quienes circulan por allí son los que viven allí y que son muy pocos los que vienen de fuera y pasan por ahí? ¿Dónde está el ahorro en emisiones contaminantes?
 
Y para colmo, está claro que se enteran de esta noticia los que viven allí pero no los de fuera (que son precisamente aquellos a quienes afecta la medida). ¿No será una buena fórmula para recaudar dinero de multas a costa de los que no viven en el pueblo? Porque multar a los del pueblo quita votos, y en cambio multar a los de fuera, no afecta a la intención de voto.
 
En definitiva, es una medida que no sirve absolutamente para nada, sólo para presumir de obediente a la dictadura globalista. Un claro ejemplo de lo que se llama el “me too”, es decir, “yo también”. Si tú presumes de algo, yo también; y si presumir de eso te hace estar bien visto por el poder, pues entonces yo también y con más motivo aún.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
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