(AZprensa) Cuando los jóvenes islandeses
entran en un local de reunión de jóvenes con intención de ligar, antes de
llegar a más consultan Facebook para asegurarse que no son parientes y evitar
así un incesto involuntario. ¿Por qué sucede esto?
En este país sus ciudadanos tienen nombre pero
realmente no tienen apellidos. Tras su nombre de pila lo único que les
identifica es el nombre de su padre, de tal forma que si es un chico, su
apellido será el nombre de su padre seguido de “sson” (“hijo de”), y si es
chica su apellido será “dottir” (“hija de”). Es decir, ni siquiera los hermanos
tienen el mismo apellido tal como lo entendemos en otras partes del globo, y al
estar constituido por un nombre de pila y ser muchos de estos comunes, el lío
está servido. ¿Te imaginas que esto se hiciese así en España? ¿Cuántas personas
habría que se llamasen “José” de nombre e “Hijo de José” de apellido? ¿O
“Manuel” de nombre y “hija de Pedro” de apellido? ¿De qué José estaríamos
hablando? ¿De qué Pedro estaríamos hablando? Habría decenas de miles en cada
caso y se haría imposible una identificación que aclarase las raíces familiares
de cada uno.
Afortunadamente en Islandia son menos habitantes (sólo
330.000) y sobre todo disponen de una herramienta valiosísima: el
“Islendingabók”, una base de datos pública con información genealógica de todos
sus ciudadanos y que se remonta hasta los primeros pobladores hace 1.200 años.
La base de datos la puso en marcha un empresario informático islandés, Friðrik Skúlason, en colaboración
con la empresa de investigación genética deCode. Gracias a este enorme esfuerzo
es posible acceder fácilmente a la misma y consultar las raíces genealógicas de
cada uno que, por cierto, remontándose de 6 a 8 generaciones acaban estando
emparentados.
Lo último ha sido adaptar una aplicación de esta herramienta para que
cualquier islandés la pueda consultar en Facebook y esto es lo que ha
convertido en un hecho cotidiano y natural hacer una consulta previa de esta
base en Facebook antes de llegar a tener una relación íntima.
La iniciativa de ceder todos los datos genéticos, censos nacionales,
datos de la Iglesia Nacional de Islandia, registros civiles de habitantes,
libros históricos sobre las ocupaciones islandesas, listas nacionales de
descendientes, etc. a esta compañía biofarmacéutica islandesa tuvo en su día
muchos detractores que consideraban que sólo esa empresa se iba a beneficiar,
pero el tiempo ha dado la razón a sus promotores y no sólo se dispone ahora de
esta útil herramienta sino que deCODE ha descubierto en este tiempo algunos
genes implicados en diversas enfermedades cuyo conocimiento desembocará en
nuevos tratamientos para las mismas.
La luz horizontal
Un viaje inicíático a Islandia
Edición digital: 3 euros.
(También disponible edición
impresa):
No hay comentarios:
Publicar un comentario