(AZprensa) Uno de los grandes ejecutivos de la industria
farmacéutica de estas últimas décadas ha sido Tom McKillop quien llegó a ser
director ejecutivo (CEO) del entonces tercer laboratorio farmacéutico más
grande del mundo (AstraZéneca). En sus continuos análisis de la situación de la
industria a requerimiento de los periodistas –cuyo continuo asedio nunca
rehuyó, sino que por el contrario siempre se mostró abierto y accesible- nos
dejó una serie de frases que continúan teniendo hoy en día máxima vigencia.
“Creo que la población
en las áreas desarrolladas del mundo ha comenzado a esperar innovación y
progreso sin ningún riesgo y eso es, sencillamente, imposible. Cuando haces
investigación genuina, en las fronteras del conocimiento, explorando nuevos
beneficios, siempre habrá un elemento de riesgo. Pienso que tenemos que tener
un debate más equilibrado sobre el valor y los riesgos de la innovación. El
interés actual se centra mucho en encontrar alguien a quien echar la culpa y
siempre que sea posible, demandarle si algo va mal. Este es un estado de cosas
muy destructivo. Una vez que la gente comprenda la importancia fundamental de
la innovación como principal impulsor del progreso en la sociedad, y creadora
de riqueza, deben ser más proclives a aceptar la inevitabilidad de un
equilibrio entre el benéfico y el riesgo y eso nos daría un entorno mucho más
dirigido a la innovación”.
Y lanzó una alerta que, lejos de quedar en el olvido, ha ido
cobrando carta de realidad: “El peligro es que si los políticos y la sociedad
en general imponen más y más presión sobre las autoridades sanitarias, se harán
tan reacias al riesgo que la innovación se secará”.
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