jueves, 13 de diciembre de 2018

Enfermería y enfermedad de Parkinson



(AZprensa) La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo, crónico e invalidante.  Se trata de una patología compleja que cursa con una serie de síntomas, motores y no motores, que suelen aumentar en número y gravedad con la progresión de la enfermedad, con lo que requiere un abordaje multidisciplinar en el que la enfermería ocupa un lugar muy importante.

“El papel de la enfermería especializada en la enfermedad de Parkinson en cualquiera de sus estadios, es el de acompañar para mejorar los cuidados, y por ende la calidad de vida tanto de pacientes como de sus cuidadores principales. La enfermería debe trabajar por tanto en la sintomatología motora como no motora con el fin de ayudar a conocer y controlar mejor la enfermedad. En los estadios avanzados tenemos que gestionar, además, los cambios que provoca la evolución de la enfermedad”, ha explicado Beatriz González, enfermera del Hospital de La Princesa de Madrid.

Durante la evolución de la enfermedad, los profesionales de enfermería, como gestores de los casos afectados, detectan síntomas, en muchos casos, con la observación clínica y el Proceso de Enfermería (PE: Valoración, Recogida de datos, Diagnóstico, Planificación, Ejecución, Evaluación), atendiendo así a los pacientes de una manera global y holística.

“La cercanía, la confianza y la empatía es algo que caracteriza a la enfermería. Además de ser una referencia positiva, la enfermería es el nexo de unión entre el paciente y su cuidador y el equipo interdisciplinar” ha destacado Beatriz González.

En la imagen participantes en el “III Desafío de Enfermería en la Enfermedad de Parkinson Avanzado” organizado por la biofarmacéutica AbbVie.

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