(AZprensa)
A pesar de los enormes esfuerzos de los países occidentales por reducir las
emisiones de dióxido de carbono, resulta que la utilización de carbón sigue siendo
la principal fuente de energía para producir electricidad y continúa en aumento
año tras año.
El
consumo de carbón genera la mayor parte del dióxido de carbono (uno de los
principales responsables del cambio climático) que se libera a la atmósfera. Su
consumo aumentó un uno por ciento el año pasado. China es el país que más
carbón utiliza para producir electricidad, aunque ahora su Gobierno tiene una
gran presión para mejorar la calidad del aire en las áreas urbanas y cambiar a
otras fuentes de energía no contaminantes.
India
quiere seguir el ejemplo de China, pero el mal ejemplo: el de ser el principal
productor de carbón y quitar ese puesto a China. Por su parte, países asiáticos
como Indonesia, Malasia, Pakistán, Filipinas o Vietnam, utilizan cada vez más
el carbón, ya que es relativamente barato y accesible.
Así
que de poco vale que los países occidentales reduzcan su consumo y se cambien a
energías limpias si en la otra parte del mundo, en todo el sudeste asiático, el
carbón cada vez es más utilizado.
Según
datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE), alrededor del 40 por ciento
de las emisiones de dióxido de carbono del año pasado se debieron a la minería
del carbón, seguidas por el petróleo y en tercer lugar el gas natural.
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