(AZprensa)
La publicidad de medicamentos de prescripción dirigida directamente al público
a través de los medios de comunicación (televisión, radio, prensa, etc.) es una
práctica prohibida en casi todos los países, pero no en Estados Unidos. Allí,
los laboratorios farmacéuticos pueden anunciar en televisión, etc., sus
medicamentos contra la hipertensión, el cáncer de mama, la esquizofrenia, la
diabetes, la artrosis...
Como
señala el analista e informador Eric Palmer, los médicos entienden que esos
anuncios en donde todo lo que se muestra son las ventajas del fármaco, hacen
que los pacientes acudan a la consulta pidiéndole al médico que les recete esa
marca concreta que han visto anunciada. El problema surge cuando el médico
comprende que a algunos de esos pacientes concretos que le exigen una marca
determinada no les resultaría conveniente ese producto sino otro diferente... y
deben explicárselo. Es evidente que esto es un gran inconveniente, porque la
publicidad (da igual que sea de medicamentos que de cualquier otra cosa) nos
incita a comprar muchas cosas que en realidad no necesitamos y, en el caso de
los medicamentos, todos ellos tienen efectos secundarios y sólo deben tomarse
aquellos cuyo balance riesgo/beneficio sea aceptable, algo que debe ser el
médico quien lo exponga en sus términos correctos a cada paciente en cada
circunstancia.
Sin
embargo, lo que sorprende y ninguna Autoridad Sanitaria de ninguno de los
países donde no está autorizada este tipo de publicidad ha dicho nunca, y lo
que nunca han dicho ni escrito los medios de comunicación de estos países
(entre los que se encuentra España) es que la publicidad de medicamentos
dirigida al público tiene también un lado positivo. ¿Cuál es?
Los
médicos de Estados Unidos han reconocido que este tipo de publicidad resulta
muy útil para quitar el estigma que la sociedad ha dado a muchas enfermedades y
que hacen que los pacientes sean vistos de manera diferente por la sociedad.
Nos referimos a enfermedades como la depresión, la esquizofrenia, y en general
muchas enfermedades mentales, y también en menor medida a otras enfermedades
relacionadas con la esfera sexual o dermatológica o aquellas que afectan a la
autoestima de quien la padece. La publicidad de marcas de medicamentos que
actúan sobre esas enfermedades, consigue que la sociedad vea a esas enfermedades
y a esos enfermos como algo normal, hace que esos pacientes no se sientan
discriminados y les incita a acudir al médico para que se lo recete.
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